LA COLUMNA DEL DÍA | Los líderes de la ciencia y de la tecnológica
Creado el Jueves, 9 de Enero del 2025 01:01:01 am
A diferencia de la finalidad de un proyecto de civilizacón que tenía la Modernidad, estamos ahora en um mundo sin finalidad. Hay una tajante separación entre la vida pública, la que queda en manos de los expertos de la tecnología, y la vida privada, sujeta a las decisiones privadas de la conciencia. Imposible criticar la vida pública a partir de la moral. El conocimiento es tecnológico y la única finalidad es ganar dinero. Estamos en un mundo dirigido por la competitividad y no por la voluntad de los seres humanos. Ya no se trata de dominar la naturaleza o la sociedad para ser más libres y felíces, como pretendía la Modernidad, sino de dominar por dominar. ¿Por qué? Porque no hay otro camino. Entre los seres humanos no hay diferencias. Todos son piezas en el engranaje de producción. No hay respeto, gratitud, y solidaridad. Entre los seres humanos no hay diferencias. Todos son piezas en en el gran engranaje de producción y consumo.
Las ciencias y la tecnología han modificado profundamente el ambiente cultural y la manera de pensar. Los resultados prácticos de la ciencia y la tecnología prescriben el orden político, ético y juríido. El problema del mundo actual ya no es entre derecha e izquierda, sino uno más profundo que debe preocupar a ambas. La reforma del sistema educativo tiene como meta la transformación del ser humano en un eslabón dentro de esta sociedad materialista tecnológica. El importante pensador del liberalismo, Ralf Dahrendorf, afirma que el capitalismo globalizado logró la destrucción de todos los valores. Es la élite mundial que da el tono de relativismo. Se trata de eliminar los valores tradicionales, y, por supuesto, la familia y la religión que son los grandes promotores de aquellos. Se considera inútil e irreal la vida íntima, la conciencia de sí mismo. Se logra homologación de los comportamientos y reducción del individuo a manipulacoión. Además ellos son un peligro porque son elementos que no se puede manipular por la ciencia y la tecnología. Ellos pueden cuestionar el sistema.
Andrés Oppenheimer, explica en su libro “Como salir del Pozo, que las “encuestas” señalan a Finlandia, Suecia y Dinamarca como los países más felices, pero confunden la “satisfacción material” con la “felicidad”. El dinero es importante, pero no es suficiente. Son países con mucha violencia en el hogar y niños con suicidio.
El concepto de país o nación ha perdido buena parte de su significado económico. Como consecuencia, las empresas nacionales no podrán competir con los multinacionales. Los países que no se beneficien de las inversiones, se vuelven irrelevantes.
*Padre Johan Leuridan, OP, doctor en Teología en la Universidad Urbaniana (Vaticano), personalidad meritoria de la Cultura del Ministerio de la Cultura, miembro honorario de la Academia de la Lengua, doctor honoris causa de la Universidad de San Marcos y autor del libro "El Sentido de las Dimensiones éticas de la Vida".