LA COLUMNA DEL DÍA | La ilusión del ISO 37001
Creado el Viernes, 8 de Febrero del 2019 02:15:29 pm
Una buena noticia llegó esta semana del Gobierno de Áncash. El gobernador Juan Carlos Morillo anunció que, próximamente, se implementará en la gestión regional el ISO 37001 o sistema internacional antisoborno. Se trata de una norma técnica que, desde octubre de 2016, han implantado diversas empresas y organizaciones en el mundo para prevenir el soborno –la coima, arreglo o aceitada, como la conocemos comúnmente-, una práctica extendida y enraizada en nuestra cultura y que no solo contamina las prácticas empresariales sino a las empresas mismas, generándoles a la larga un daño institucional y reputacional difícil de revertir.
Ejemplos tenemos de sobra y nos tocan de cerca: desde lo ocurrido con Odebrecht hasta lo vivido en Áncash en las mejores épocas del boom minero, bajo el cleptocrático gobierno de César Álvarez, sus amigos y compadres. Estos hechos que aún sufrimos hacen que esta norma antisoborno cobre aun más importancia. Según el ISO 37001, un soborno “es una oferta, promesa, entrega o solicitud de una ventaja indebida de cualquier valor, que puede ser de naturaleza financiera o no financiera, directa o indirecta, en violación de la ley, que se entrega como incentivo o recompensa para que una persona actúe o deje de actuar en relación con el desempeño de sus obligaciones. Desgraciadamente, suena muy familiar, ¿no?
Convengamos entonces en que la decisión de implementar esta norma de gestión es oportuna, adecuada y necesaria. ¿Quién podría estar en desacuerdo? Varios, es verdad. Sin embargo, tengamos cuidado en asumir que esta medida resolverá el fenómeno de la corrupción en el gobierno regional, en sus gerencias, direcciones y dependencias. Sería ingenuo pensar que, en el mediano plazo, una norma borrará los “arreglos” en las UGEL y redes de salud, las dádivas y favorcitos en las oficinas donde nada es gratis, y donde un papel se mueve con plata. Los ciudadanos no podríamos creerlo, como tampoco el gobernador Morillo; pero por algo hay que empezar.
En ese sentido, bienvenido el ISO 37001 y todos los ISO por venir… pero no perdamos de vista que se trata solo de una norma, guías y principios, cuya ejecución depende de personas, en gran medida las mismas que llevan años como funcionarios y burócratas sin que nada haya cambiado. Eso sí, el liderazgo del gobernador Morillo y de sus principales funcionarios puede marcar la diferencia. El discurso en materia anticorrupción cumple un papel importante, pero el ejemplo resulta fundamental. Ganarle a esta “gangrena social” va más allá de una institución como el gobierno regional porque esta lo abarca todo, por eso quizá ayude hablar más de la corrupción, discutir sobre sus alcances e incentivar las prácticas positivas en la gestión pública.
Si falla la prevención, la sanción ejemplar es necesaria. El sistema de gestión antisoborno contempla medidas para prevenir y detectar potenciales delitos contemplados en nuestra ley penal: la colusión y el tráfico de influencias son algunos de ellos, pero ese control de riesgos –como ya hemos dicho– no cambia a las personas. Cambiamos para evitar ser sancionados o como efecto del castigo, o cambiamos cuando sentimos que estaremos mejor con ese cambio. Ojalá entendamos todos, autoridades, funcionarios, empresarios y ciudadanos de a pie, que sin corrupción todos estamos mejor.
* Nilton Gamboa Carranza es periodista, exredactor del diario La Industria de Chimbote, exeditor del diario Correo de Chimbote, exdirector del noticiero regional “Primera Edición Chimbote” de América Televisión, actual corresponsal de Canal N, magíster en Gerencia Social de la PUCP y docente de Comunicación para el Desarrollo en la Universidad Nacional del Santa (UNS).
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