LA COLUMNA DEL DÍA | La criminalidad no puede acabar con el derecho a la vida y a la alegría
Creado el Martes, 25 de Marzo del 2025 05:43:08 pm

En cualquier comunidad o país o del mundo es inaceptable la pérdida de vidas humanas. La vida de los seres humanos, de niños, de mujeres, de hombres o de jóvenes, es lo más valioso que existe sobre la faz de la tierra y por ninguna circunstancia podemos acostumbrarnos a permanecer impasibles ante cualquier situación que ese derecho sea vulnerado.
Lamentablemente, hoy el Perú enfrenta la más grave crisis de inseguridad ciudadana de las últimas décadas, que ha encendido las alarmas del país entero. En los últimos dos años el sicariato y el crimen organizado siguen incontenibles, desafiando las estrategias de seguridad de todos los niveles de gobierno, especialmente del Poder Ejecutivo, que ha terminado desbordado y sin ninguna capacidad para combatir y derrotar a las bandas criminales.
Sin duda alguna, la criminalidad organizada se ha convertido en uno de los principales problemas que afecta a la población de manera directa. Según las cifras del Sinadef, los homicidios en el Perú han alcanzado niveles alarmantes. Solo en los dos primeros meses de 2025 se registraron 368 asesinatos, una cifra significativamente mayor que periodos similares en años anteriores. Con los homicidios reportados hasta el 18 de marzo, el promedio actual indica que cada día son asesinadas 6 personas; es decir, cada cuatro horas una persona es asesinada por manos criminales.
Según la plataforma global Numbeo, el Perú se ubicó en el décimo puesto de países más inseguros del mundo, de una lista que incluye a 147 países, cuyos datos fueron analizados. Según sus registros, en solo 10 años Perú avanzó 30 puestos en el ranking de los países con mayor índice de criminalidad.
Como recordamos, en el 2024 fueron los gremios de transportistas los que realizaron medidas de protesta ante la ola de criminalidad que incendiaba buses y asesinaba choferes y cobradores, y hace unos días ante el asesinato del cantante Paul Flores del Grupo Armonía 10, que enlutó a cantantes y artistas, se convocó a una masiva marcha de protesta en Lima y en muchas ciudades del país, que ha puesto en evidencia que la población está cansada de la incompetencia del actual gobierno y del pacto inmoral que mantiene con la mayoría de bancadas del Congreso.
Desde esta humilde columna, dentro de las muchas declaraciones de cantantes y artistas, quiero destacar las declaraciones centradas pero frontales del líder del Grupo 5, Cristian Yaipén, que al darle el adiós a su colega “El Ruso” expresó:
“Es muy difícil venir y ver a nuestro colega en un ataúd por simplemente haber salido a trabajar como todos los peruanos. Salir a trabajar ahora es no saber si es que llegamos vivos a nuestras casas”.
“Las autoridades deben hacer algo, pero rápido, no hacer estas propuestas populistas, estas mentiras que sacan a los militares. Eso no sirve de nada porque dentro de las casas están extorsionando gente, están matándonos. Los extorsionadores están bien armados y organizados”.
El cantante de Armonía 10, Paul Flores, nos deja como legado, su cumbia y sus cantos a la vida, a la esperanza y a nuestro derecho a vivir con alegría. Estoy seguro que, en los próximos años, una nueva hornada de jóvenes, mujeres luchadoras y políticos decentes, derrotarán a los delincuentes, pero sobre todo a los gobernantes inmorales, que permiten que la corrupción y la incompetencia se atornillen en el poder, para robarle al pueblo su derecho a la vida y a vivir con alegría y dignidad.
* Gabriel Mejía Duclós es ingeniero agrícola con especialización en ingeniería de recursos agua y tierra, 25 años de experiencia en gerencia y dirección de instituciones públicas y privadas vinculadas al desarrollo social, económico y gestión ambiental, ex candidato a la Gobernación Regional de Áncash.
