LA COLUMNA DEL DÍA | Jugando con fuego
Creado el Lunes, 7 de Febrero del 2022 10:58:33 am | Modificado el 02/08/2024 10:57:56 am
Por más que intento hacer esta columna sobre algo diferente al gobierno nacional y Pedro Castillo, los constantes yerros presidenciales obligan a que desde este humilde espacio y a partir mi punto de vista, exprese mi impresión sobre cada estrambótico suceso en el gobierno del profesor Castillo, que por cierto, siempre se las arregla para demostrarnos que en su presidencia, las malas decisiones pueden ser reemplazadas por otras aún peor o que para gobernar basta con transitar entre la incapacidad y la improvisación, haciendo que todo parezca caótico.
Como si la presidencia fuera un irresponsable ejercicio de alto riesgo con impredecible final, el presidente Castillo conformó a su cuarto gabinete, para ello designó como premier a un oscuro congresista como Héctor Valer.
No habíamos terminado de suspirar por el empate con Ecuador y las redes sociales nos llenaban de información sobre hechos cuestionables en la vida del reciente premier, que van desde actos tramposos y/o ilegales hasta una delicada denuncia de violencia familiar que posteriormente fue archivada, pero sobre la que se dictó medidas de protección en su momento.
La improvisación en otras designaciones ministeriales ya no sorprende a nadie, pues designar a neófitos, se ha convertido en un “estilo” personal del presidente, que parece buscar sólo a gente como él, que sean ignorantes en la cosa pública y vayan aprendiendo mientras cobran un jugoso sueldo estatal. Luego, como si nada hubiera pasado, el presidente anuncia la salida de Valer y la composición de su quinto gabinete ministerial, todo en apenas seis meses de gobierno.
Mientras los vaivenes presidenciales ocurrían, su socia Verónika Mendoza anunciaba su retiro o exclusión del gobierno, dependiendo de la indulgencia con la que se analicen los hechos. Hasta ese momento, ambos políticos parecían ignorar que la paciencia ciudadana está llegando a su fin y el malestar general rápidamente se proyectó en las redes sociales que estallaron en críticas hacia Castillo y Mendoza.
La crítica al presidente Castillo es porque ya nos demostró largamente que no tiene capacidad para ejercer la presidencia a menos que ocurra un giro inesperado y aparezca alguna cualidad que hasta ahora no ha exhibido y contra Mendoza es por su oportunismo político, pues sale a criticar aquello que ha venido apañando, pero sólo a partir del momento en que fue desembarcada del poder, quedando claro que no es amor al chancho sino a los chicharrones, y de eso; Verónika conoce bastante.
La irresponsabilidad con la que Castillo ha tomado el gobierno ha desvanecido el relativo respaldo que tuvo inicialmente, y empeñarse en demostrar que puede hacer las cosas aun peor, es el detonante de la última crisis, que lo ha puesto en una situación política muy precaria, en la que, desde ex aliados de izquierda hasta opositores de derecha, empiezan a pedirle públicamente que renuncie, porque no está capacitado para ejercer el cargo.
Pedro Castillo está jugando con fuego, pues su incapacidad e irrelevancia para gobernar debilita la alicaída institución presidencial, el drama es que ese fuego se está propagando y puede terminar por incendiar nuestra democracia.
Señor presidente reflexione y haga las cosas bien, designe un gabinete decente y capaz, déjese ayudar, caso contrario, tenga dignidad y renuncie, vaya tranquilo a Chota y deje que los peruanos resolvamos lo que usted no pudo o no quiso hacer.
*Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.