LA COLUMNA DEL DÍA | El fenómeno de El Niño: salvados por la campana de la suerte
Creado el Martes, 19 de Marzo del 2024 07:51:15 pm
A mediados del 2023, el Senamhi y las entidades nacionales y globales encargadas de monitorear el fenómeno de El Niño, alertaban la ocurrencia de un Niño de intensidad igual o mayor al ocurrido en 2017, que tanto dolor y estragos generó en la población de las regiones Lima, Áncash, La Libertad, Lambayeque, Piura y Tumbes. En la retina de nuestros ojos, todos recordamos quebradas activadas, carreteras, canales y puentes destruidos, calles y ciudades inundadas, y la población viviendo un viacrucis.
La situación de alerta se mantuvo con mayor preocupación hasta diciembre de 2023; sin embargo, los reportes de enero, febrero y marzo de 2024 señalaron un debilitamiento de El Niño, especialmente al debilitarse la magnitud de las lluvias que son las causantes de la activación de quebradas, huaicos e inundaciones, aun cuando las olas de calor batieron récord y generaron alta preocupación en la salud de los ancianos y personas en riesgo, poniendo en evidencia que tampoco estamos preparados para afrontar altas temperaturas.
El último reporte del Senamhi del reciente 15 de marzo señala: “Es más probable que El Niño costero (región Niño 1+2) continúe hasta finales de marzo, como consecuencia de la variabilidad de las condiciones climáticas regionales. En la región Niño 1+2 se espera una transición de condiciones cálidas débiles a condición neutra en abril, la que se mantendría hasta mayo. En junio es más probable un escenario de transición de condición neutra a condiciones frías. De julio a setiembre son más probables las condiciones frías”.
En conclusión, el fenómeno de El Niño y el Niño Global no tuvieron la magnitud inicialmente reportada en 2023. Es decir, El Niño se debilitó y terminó siendo un Niño tranquilo y no el Niño endiablado que se esperaba.
Dicho coloquialmente, la población de la macrorregión costa centro y costa norte del Perú fuimos salvados por la campana de la suerte. La suerte estuvo del lado de la población, especialmente de la más humilde y vulnerable. O, dicho de otra forma, como lo dicen muchos creyentes, “Dios es peruano”.
Y lo digo de esta forma porque, realmente, de haber ocurrido un fenómeno de El Niño más fuerte que el 2017 nos encontraba desprotegidos y literalmente con los pantalones abajo, al no haber implementado con seriedad ningún programa nacional, ni regional de gestión de riesgos que nos hubiera permitido afrontar con éxito los eventos climáticos extremos.
La señora Boluarte y los 130 congresistas, totalmente desacreditados y sin sangre en la cara, hoy se frotan las manos y los bolsillos, y se agarran con uñas y dientes a las gollerías del poder transitorio. Realmente ellos han sido beneficiados inmerecidamente porque la ocurrencia de un Niño fuerte hubiera significado el fin de la presidenta y del Congreso incompetente. Porque la gente cansada de tanto desmadre no hubiera tolerado tanta mecedora, tanta improvisación y tanta desgracia.
Hoy la campana nos ha salvado. Pero, si no nos preparamos para futuros eventos climáticos extremos, el huaico de la historia arrasará con todo. Invertir un sol en prevención sígnica ahorrar 10 soles en reconstrucción.
* Gabriel Mejía Duclós es ingeniero agrícola con especialización en ingeniería de recursos agua y tierra, 25 años de experiencia en gerencia y dirección de instituciones públicas y privadas vinculadas al desarrollo social, económico y gestión ambiental, ex candidato a la Gobernación Regional de Áncash.