Los guardianes de “San Pedrito” de Chimbote
Creado el Lunes, 11 de Junio del 2018 05:07:55 pm
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Cuando Jesús Ceverino Cruz llegó a Chimbote hace más de medio siglo lo primero que le llamó la atención fue como un puñado de pescadores paseaba por las calles, de aquella incipiente ciudad, una imagen que apenas supera al medio metro de altura. Los hombres cargaban la sagrada efigie desde la zona conocida como “La Ramada”, en el Malecón Grau, para realizar una procesión que duraba varias horas y días. Era la fiesta de San Pedrito, la fiesta religiosa más importante de los hombres de mar. La conexión religiosa entre el santo patrón y Jesús Ceverino fue al instante y hoy es su más celoso guardián.
“Todos estos años la experiencia ha sido muy bonita, yo sigo a San Pedrito desde que tengo 18 años. Lo hice por mi propia voluntad, mi familia y yo le tenemos mucha fe”, cuenta Jesús Severino, quien es presidente de la Hermandad de San Pedrito, que precisamente se encarga de velar por el buen estado de la imagen y de cuidarla durante las procesiones.
TRADICIÓN FAMILIAR
La devoción al santo patrón data del el siglo 1700, cuando Chimbote apenas estaba formado por algunas cuadras habitadas por pescadores que emigraron desde el distrito trujillano de Huanchaco. Los huanchaqueros no vinieron solos, pues trajeron uno de sus tesoros que incluso ha sobrevivido al terremoto de 1970: la imagen de San Pedrito. Los foráneos se asentaron en lo que hoy se conoce como Huanchaquito y mantuvieron su costumbre religiosa con el apóstol pescador. Aquella tradición ha logrado sobrevivir en el tiempo y las nuevas generaciones se han encargado de fortalecerla y mantenerla viva. Un trabajo que se ha encargado de hacer Antonio Monzón Mendoza, quien tomó la posta de sus ancestros.
“Nuestros ancestros trajeron a San Pedrito porque era más fácil hacer la fiesta aquí que viajar a Huanchaco. Es una tradición que se ha pasado de generación en generación. Mis abuelos, mis padres y ahora mis hijos son parte de toda esa tradición”, explica don Antonio, quien también forma parte de la Hermandad de San Pedrito. Antonio Monzón y Jesús Ceverino son dos viejos pescadores que bordean los 70 años de edad, pero eso no les impide mantener el entusiasmo y la vitalidad para continuar con la organización de la fiesta en honor al santo patrón. Una fiesta que esta a punto de iniciar el 19 de junio.
PATRIMONIO CULTURAL
Este año la fiesta de San Pedrito será diferente porque el Ministerio de Cultura la declaró como Patrimonio Cultural de la Nación. Para el Estado es importante que se preserve esa actividad religiosa y popular porque hacerlo es cuidar nuestro origen, nuestro pasado, nuestras costumbres. No se puede hablar de Chimbote sin San Pedrito y tampoco se puede hablar de San Pedrito sin hablar de Chimbote. Ambos nacieron juntos en esta parte del Perú y esa dualidad se mantiene inalterable. Y de eso se han encargado los 50 hombres y mujeres de la Hermandad de San Pedrito.
La fiesta de San Pedrito pasó de ser en una fiesta exclusiva de los pescadores para convertirse en una celebración de toda una ciudad. Es una expresión cultural que genera identidad y unidad a los chimbotanos. La fiesta de San Pedrito rebasa el límite religioso e involucra a todas las personas de diferentes pensamientos ideológicos y políticos. Al menos por unos días. (EA – RSD Noticias).