Diario La República editorializó hoy sobre la situación de corrupción e impunidad en Áncash
Creado el Miércoles, 19 de Marzo del 2014 02:16:53 am
“Es hora de enfrentar la muerte y la impunidad en Áncash”, añade el editorial, que detalla el último asesinato perpetrado por sicarios que ha conmocionado a esta región, el del exconsejero Ezequiel Nolasco Campos, y luego recuerda otros similares.
Por la trascendencia que tiene el hecho de que un diario de circulación nacional dedique una columna editorial a Áncash, y más en la actual coyuntura, a continuación reproducimos el texto en su integridad.
CRIMEN Y CORRUPCIÓN
Hora de enfrentar la muerte y la impunidad en Áncash
El ex consejero regional Ezequiel Nolasco Campos, quien estaba a punto de anunciar su postulación a la presidencia regional de Áncash por el partido Unión Por el Perú (UPP), fue asesinado a balazos en Huacho, cuando regresaba de Lima a Chimbote. El crimen fue la típica modalidad de asesinato por encargo; el sicario, presumiblemente un menor de edad que lo había seguido desde Lima, le disparó tres tiros que acabaron con su vida.
Nolasco había denunciado amenazas de muerte y reglaje. Ni la policía, ni la fiscalía o el Poder Judicial pudieron investigar las amenazas y hallar a los responsables. Su caso es emblemático: el año 2010, Nolasco fue víctima de un atentado: recibió cuatro balazos a los que sobrevivió pero perdió a su hijo al que alcanzaron las balas que eran dirigidas a él. Bregó por justicia, los asesinos fueron ubicados y detenidos, pero fuerzas oscuras dilataron el proceso y lograron la libertad de los principales implicados en este crimen. El ex consejero regional responsabilizó del atentado al alcalde provincial de entonces, Luis Arroyo Rojas, y al presidente regional, César Álvarez Aguilar; este último no fue incluido en el proceso.
No es el único crimen político en Áncash. El año 2010, el presidente regional interino de Áncash, Luis Sánchez Milla, fue emboscado en una carretera en Trujillo. Sánchez Milla, quien reemplazaba a Álvarez Aguilar interinamente, murió desangrado. Su hermana reveló que días antes del crimen Luis le reveló presiones del entorno de Álvarez Aguilar, para que no denuncie irregularidades. Luego, en diciembre de 2012 el alcalde de Casma, José Montalván Macedo, fue asesinado de siete balazos cerca de su casa y en julio del año pasado, Hilda Saldarriaga Bracamonte, testigo clave del crimen del hijo de Nolasco, también fue asesinada.
Los crímenes por encargo se han convertido en una modalidad de la lucha política en esa región y forman parte de un escenario violento del que se ha dado cuenta en varias oportunidades y en cuyo centro se encuentra la corrupción, especialmente en el gobierno regional de Áncash, denuncias que han llevado al Congreso a facultar a la Comisión de Fiscalización el inicio de investigaciones en los casos de la remodelación del Estadio Rosas Pampa, la construcción de la carretera Chacas–San Luis, la construcción del Hospital Víctor Ramos Guardia de Huaraz, la construcción del Hospital La Caleta de Chimbote, la construcción de las redes viales Moro-Caraz y Pallasca, y las sobrevaloraciones en el Proyecto Especial Chinecas y en la construcción de colegios.
La justicia no ha podido actuar en estos casos, así como en el caso de la llamada “La Centralita”, un centro de operaciones desde donde se organizaba campañas contra opositores, se compraba periodistas, se ordenaba el reglaje de personas. Nueve fiscales que investigaban estas y otras denuncias fueron destituidos del cargo y dos congresistas en funciones han sido muy activos en retardar los procesos y hostilizar a los denunciantes.
De hecho, Áncash es ya una región violenta. Su ciudad más poblada, Chimbote, presenta índices preocupantes. Las cifras de asesinatos crecen: el año 2012 mataron a 45 personas, el 2013 se duplicó esta cifra, y en lo que va del 2014 ya suman 14 los muertos, la mayoría asesinados por sicarios.
El mensaje del reciente asesinato es claro y lo ha señalado en voz alta la sociedad civil: es hora de enfrentar las dos lacras, el crimen y la corrupción.
Lea aquí el editorial de hoy del diario La República.