LA COLUMNA DEL DÍA | Un mensaje presidencial irresponsable, mediocre y vacío
Creado el Martes, 30 de Julio del 2024 09:42:27 am
La presidenta Dina Boluarte, cumpliendo con el ritual de 28 de julio, dio un mensaje largo, cansino, donde se limitó a leer, sin inmutarse, una larga lista de lavandería que le hizo llegar cada uno de sus ministros, donde ni siquiera con todos los asesores de palacio de gobierno, por respeto a la ciudadanía, se tomaron la molestia de sintetizar los aspectos más relevantes de su gestión, para trasmitirlos en un tiempo razonable.
Como recordamos, a la señora Dina Boluarte le tomó leer tres horas con seis minutos su mensaje de 2023, en tanto que para el reciente mensaje de 2024 se tomó cinco horas, es decir 62 % más extenso. Fue tan extenso que varios de sus ministros, como el de Relaciones Exteriores, dormían plácidamente; incluso sus más cercanos aliados, los congresistas de la república, también dormían y otros optaron por dejar sus asientos vacíos.
En blanco y negro, el discurso de 79 páginas que leyó la presidenta, desde mi humilde punto de vista, constituye deliberadamente un acto irresponsable, mediocre y vacío, y una enorme una falta de respeto a los 33 millones de peruanos. Un discurso de cinco horas está diseñado para que la población no lo escuche, y los pocos que decidieron escucharlo, sin duda alguna, terminaron apagando su radio o televisor, evitando un mensaje desubicado, que no hace sino seguir erosionando la alicaída institucionalidad de la Presidencia de la República.
En cualquier país del mundo, lo que uno espera de su presidente o presidenta, o del líder que conduce una nación, es un mensaje que constituya un balance del año transcurrido, donde evalúe con indicadores y cifras concretas el nivel de avance de los grandes objetivos propuestos para un periodo gubernamental, de las metas cumplidas y de los retos que se tiene por delante. Es indudable que el balance anual también obliga a realizar un análisis de las dificultades internas y a nivel global los acontecimientos que han repercutido en los resultados obtenidos.
Al mismo tiempo, un balance también tiene que plantear los retos para el presente y para el futuro, los sueños que perseguimos como país y las estrategias que se tienen que adoptar en el corto, mediano y largo plazo para impulsar procesos transformadores en sectores clave como educación, innovación, salud, lucha contra la pobreza y en el impulso a los sectores productivos que mueven la economía.
Un discurso totalmente desconectado de la realidad, sin autocríticas y sin ninguna perspectiva para el país, no hace sino confirmar que el actual gobierno, que tiene un pobre respaldo del 5 %, es incompetente, sin brújula y de una pobreza moral rampante, que lamentablemente no solo busca sobrevivir hasta 2026, sino que del brazo del Congreso está destruyendo la institucionalidad democrática y las posibilidades reales que tiene el país para desarrollarse impulsando procesos transformadores.
Estoy seguro de que de ese 95 % de la población que no nos sentimos representados por la alianza inmoral Congreso-Poder Ejecutivo saldrán nuevos liderazgos, especialmente de la juventud, que transformarán el país.
* Gabriel Mejía Duclós es ingeniero agrícola con especialización en ingeniería de recursos agua y tierra, 25 años de experiencia en gerencia y dirección de instituciones públicas y privadas vinculadas al desarrollo social, económico y gestión ambiental, ex candidato a la Gobernación Regional de Áncash.