LA COLUMNA DEL DÍA | Un Castillo de desilusiones y corrupción
Creado el Lunes, 25 de Julio del 2022 09:23:05 am

Hace casi un año asumió la presidencia el profesor Castillo, su llegada representaba para una parte del país el ansiado “cambio”, pues argumentaban que por primera vez un hombre simple y sencillo asumía la primera magistratura, bajo el aura de ser un maestro rural que sintetizaba su propuesta en “no más pobres en un país rico”.
Para la otra mitad del país, la llegada de Pedro Castillo al poder sembraba serias dudas sobre el futuro debido a su cercanía con el sentenciado por corrupción Vladimir Cerrón, sus nexos con el sector magisterial del Movadef y su evidente inexperiencia en gestión pública.
Un año después, el presidente Pedro Castillo tiene cinco investigaciones abiertas por corrupción en la Fiscalía de la Nación que, por cierto, ha tenido un notorio cambio de actitud desde la salida de Zoraida Avalo y la llegada de la actual titular, la Dra. Patricia Benavides. Las denuncias constituyen un triste récord en la institución presidencial, nunca ha sucedido que un mandatario tenga acusaciones e investigaciones en la fiscalía suprema en el primer año de gobierno y aun cuando en el Perú hemos tenido mandatorios corruptos.
Castillo y sus defensores acusan a la oposición de querer vacarlo desde el primer momento que llegó a la presidencia, pero olvidan que, Karelim López, Zamir Villaverde, Bruno Pacheco, el exministro Juan Silva, los chotanos, los sobrinos del presidente y un largo etcétera, no son obra de la oposición. Por el contrario, todos aquellos que han protagonizado diversos escándalos de corrupción que ahora se han convertido en investigaciones fiscales fueron llevados al entorno presidencial por el propio profesor Castillo.
La tesis de una oposición dura y obstruccionista en el congreso es falaz, pues realmente es una oposición torpe políticamente, clientelista en sus decisiones y hasta proclive al pactismo de baja estofa. Una muestra clara de la debilidad opositora es que en un grupo de congresistas de Acción Popular fueron denominados “los niños” por el propio presidente debido a sus continuas visitas a palacio para pedirle “caramelos”, así también encontramos que el Partido Morado, Podemos Perú, Somos Perú y hasta APP el partido de César Acuña, han apoyado con sus votos al presidente cuando ha sido necesario al interés presidencial.
El escenario político es complejo para el presidente, pero fue propiciado por sus propios yerros y evidente debilidad por la corrupción, que ha generado una rápida decepción en el pueblo, el mismo que mencionado innumerables veces, en realidad parece poco o nada importar al mandatario. Pedro Castillo ha preferido nombrar a sus paisanos y allegados en cargos claves, dejando de lado la meritocracia, o priorizando sus acuerdos o componendas políticas con Cerrón, Verónika Mendoza y el sector magisterial del Movadef.
Es tanto el nivel de desgobierno que, el presidente Castillo no fue capaz de ver que el partido político más poderoso del país, los llamados “caviares” habían introducido un “caballo de troya” en su gabinete a través del exministro Mariano Gonzáles, con la idea de lograr las detenciones del entorno presidencial prófugo para impulsar la caída de Castillo y facilitar la llegada de Boluarte a la presidencia, el premio de Gonzáles sería la PCM, la intención fue descubierta y el plan abortado.
En el actual contexto, sintetizo el primer año de Pedro Castillo en la presidencia como desilusión por la inmensa incapacidad e improvisación exhibida, y corrupción por el entorno que el propio presidente promovió y ahora encubre.
*Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.
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