LA COLUMNA DEL DÍA | Un año después
Creado el Domingo, 10 de Diciembre del 2023 11:48:40 pm
El 7 de diciembre se cumplió un año del fracasado intento de golpe de Estado de Pedro Castillo, que tuvo como consecuencia el ascenso a la presidencia de Dina Boluarte por sucesión constitucional.
Luego de una vuelta al sol con Boluarte al frente del Ejecutivo, el desgobierno en la administración del Estado continúa, con una presidenta que se ha quedado en la talla y los usos del Club Departamental Apurímac, muy lejos de ser una jefa de Estado.
En la práctica, Boluarte ha transado una ruin convivencia con el Congreso y el “aquí no pasa nada” se ha convertido en la regla de acción para llegar al 2026.
Con Boluarte llegó al poder el premier Otárola, accedió al cargo porque era el abogado de la presidenta y se ha convertido en el presidente en funciones por la nimiedad de Boluarte, sus cualidades políticas y al apoyo de una amplia red de relaciones del sector progre-caviar que lo cobijan desde su participación en el gobierno de Ollanta Humala.
En este momento, Otárola es el principal activo del gobierno y metidas de pata monumentales como el llamado “Plan Boluarte” para combatir la delincuencia que en la práctica no existe y la suerte de sus amistades femeninas para acceder a cargos bien remunerados del Estado y de poca exigencia laboral, no le hacen ninguna mella.
También, resulta extraño que Otárola sea inmune a delicadas imputaciones como aquella referida a que su entorno de seguridad habría sugerido que se apaguen las luces del estadio de Matute para facilitar su salida y evitar que el mal humor de los hinchas aliancistas por la pérdida del título se desborde contra él, o su pública cercanía al ubicuo policía Harvey Colchado, siempre tan útil a los gobierno de turno como a operativos policiales de dudosa legalidad, que en su último montaje ha conseguido la caída de la fiscal de Nación, son hechos que serían ampliamente escrutados por los medios de comunicación, pero que pasan extrañamente desapercibidos para la prensa nacional, dejando la sensación que la inteligencia operativa del Estado no está funcionando para casi nada, pero sí en favor del doctor Otárola, como el gran titiritero de la agenda pública.
Pedro Castillo y Dina Boluarte fueron candidatos de Perú Libre y Vladimir Cerrón, ahora es bastante claro que ninguno estaba preparado para tan importante responsabilidad, mientras que Cerrón se ha convertido en el prófugo más desafiante de la historia porque se burla, ataca y pecha por doquier, vía redes sociales.
Luego de un año, la inseguridad en las calles ha llegado a niveles sin precedentes, el gota a gota y el sicariato a manos de extranjeros se encuentra desbordado, la economía en recesión y los funcionarios de Dina Boluarte, si bien son mejores que los de Castillo, salvo honrosas excepciones, están muy lejos de ser profesionales o técnicos solventes para aportar soluciones a un país que vive entre la inercia y la inestabilidad.
Por fuera de Dina, la mafia caviar está en una lucha sin cuartel con la menos experimentada mafia anticaviar, cae la fiscal Benavides por los chats de su asesor, en los que también se lee con todas sus letras que “Gorriti tiene amenazado al doctor Villena”, quien debe acceder en las próximas horas al cargo que deja Benavides. En síntesis, pasó un año para que todo siga igual, solo que con Fujimori en libertad.
*Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.