LA COLUMNA DEL DÍA | Regiones sin movimientos regionales
Creado el Domingo, 9 de Junio del 2024 11:20:55 pm
La última “genialidad” que mediante reforma constitucional ha aprobado nuestro disparatado Congreso es la eliminación de movimientos regionales, y en la praxis, si esta reforma se confirma con una segunda votación aprobatoria en la próxima legislatura, se habrá consumado la reforma, y como consecuencia, la obligación de afiliarse a un partido político para ser candidato a cargos de elección popular en gobiernos regionales o municipales.
Es evidente que, las cosas en las regiones no vienen bien, los altos índices de corrupción e ineficiencia que exhiben los gobiernos regionales son el reflejo de una insana decadencia que se trasunta en cada región durante los cuatro años en que los gobernadores regionales son amos y señores en sus jurisdicciones, antes que eficientes gestores y consumados lideres regionales.
En mi opinión, los movimientos regionales aparecieron por dos grandes motivos, primero como una respuesta a las demandas específicas que existen en cada ámbito regional y que habitualmente pasaban inadvertidas o no eran tomadas en cuenta por los partidos nacionales y el segundo motivo fue romper con las argollas limeñas que imponían candidatos desconociendo la voluntad de sus bases regionales.
El uso de la agenda regional como plataforma política es una costumbre en Ancash, acá hemos escuchado varias veces a los candidatos de movimientos regionales tomar a gritos la demanda de Chinecas, el megapuerto y un sinnúmero de ofertas electoreras y ante la postergación de estas demandas en la agenda nacional, atacan la inoperancia de los partidos nacionales que fueron o son gobierno y a los que mantienen representación parlamentaria sin priorizar o atender las demandas regionales, y de esa manera neutralizan las posibilidades de los candidatos regionales de los partidos políticos de alcance nacional.
Entonces, surgió espontáneamente una repetida estrategia de campaña electoral, que sugiere ser candidato al gobierno regional desde un movimiento para así denostar fácilmente a los candidatos de partidos nacionales. Bajo ese modus operandi tenemos las dos victorias de César Álvarez con su movimiento regional Cuenta Conmigo, Waldo Ríos y su movimiento llamado PAN y ahora Koki Noriega desde el movimiento regional AGUA. El caso de Morillo con Somos Perú sería la excepción que confirma la regla, aunque dicho partido es un conglomerado político “atrápalo todo” que nunca ha ejercido la presidencia y en Ancash tampoco ha obtenido representación parlamentaria, por lo que no es visto propiamente como un partido político nacional, por ello, sus votantes se identifican más con el candidato de turno y no con el símbolo.
En el Congreso el oportunista dislate vino desde la bancada acuñista con el apoyo de todos los sectores políticos desde el cerronismo hasta el fujimorismo, con el pretexto de “poner orden” en las regiones, aunque más suena un voraz apetito político por tomar las regiones.
Sería irónico que llegue a aprobarse esta reforma, ¿acaso los congresistas no se dan cuenta que si vamos a hablar de andar mal, entonces alguna cirugía mayor debería ejecutarse con el legislativo porque en el Congreso la cosa está peor? En este país, no sólo soportamos a 130 congresistas que poco o nada bueno han hecho, sino que cargamos con nuestros impuestos a la cada vez más grande y costosa burocracia parlamentaria que sólo busca aumento de sueldos y frívolos beneficios.
Voy a ser claro, el accionar político de los movimientos regionales es malísimo y se debe mejorar los mecanismos de elección, pero su eliminación constituye una vulneración al derecho a la participación política reconocido en el artículo 2, numeral 17, y el artículo 35 de la Constitución.
* Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.