LA COLUMNA DEL DÍA | Qué hace que una maestra...
Creado el Lunes, 6 de Julio del 2020 03:04:09 am
¿Qué hace que una maestra de escuela en cuyos ojos se puede ver a alguien que ha sufrido mucho o que ha vivido poco, que ha sobrevivido y se ha cansado en la ruralidad o en la periferia, que se ha extenuado y continúa porfiando, resista delante de una pantalla o de un teléfono, a pesar que la utopía que emprendió muy joven no le paga o retribuye como debería por lo que diariamente entrega, merece y se ha ganado a pulso a lo largo de la vida?, ¿qué hace que despierte muy temprano con serenidad pasmosa, sin electricidad ni internet en casa, con escasos alimentos, pero con alegría, con la entereza con que sonríe a sus niños que simplemente la escuchan cuando no hay señal y hay que subir al cerro, cuando no hay agua y hay que comprarle al camión cisterna, cuando es nada sencillo "asistir" a la escuela si no se tiene computadora, si no hay teléfono o radio a pilas, mucho menos biblioteca donde leer y abrir los ojos al mundo que todos merecemos?
¿Qué hace que haya maestras que garantizan la prolongación de la lucha contra la desigualdad?, ¿qué hace que los niños excluidos del sistema se sientan muy seguros con ellas?, ¿qué hace que abracen la esperanza, terminar la educación básica, ingresar a la universidad pública y batallar para ser alguien en la vida?
Los niños del campo y la periferia tienen las respuestas a estas preguntas o las intuyen en su íntimo pensar; en su preocupación por el futuro anida el viejo sueño de la inclusión y la equidad, de la calidad de contenidos que muchas veces no reciben, de las oportunidades de aprendizaje que les entregan sus maestras conscientes cada día. Hoy no es un día cualquiera, es un día de reflexión, de reafirmación de la lucha delante de una pizarra o una pantalla, dondequiera que sea.
* Augusto Rubio Acosta es poeta, narrador, periodista y gestor cultural
Foto: Agencia Andina