LA COLUMNA DEL DÍA | Nadie está seguro
Creado el Domingo, 13 de Octubre del 2024 11:50:35 pm
En el Perú de hoy nadie está seguro. La ola delictiva ha alcanzado a nuestro puerto con ribetes inusitados y nadie parece estar haciendo algo serio por solucionar un problema que tiene varias aristas y diferentes expresiones.
La forma de actuar de la delincuencia ha cambiado, ahora es más violenta y mejor organizada, según explican algunos especialistas y este accionar es una funesta consecuencia de la alta migración de delincuentes y prontuariados procedentes de Colombia y Venezuela que trasladaron sus niveles de violencia y organización desde sus cunas a nuestra Patria. Lamentablemente, y como lo malo se aprende rápidamente, ahora el cruel accionar ya no es exclusivo de delincuentes foráneos, sino que también alcanza a las organizaciones criminales de nuestro país, prueba de ello es el secuestro de un empresario sihuasino recientemente liberado en Vinzos, en pleno valle santeño, cuyos dedos fueron mutilados por la sanguinaria banda trujillana “Los Pulpos” para presionar a la familia por el pago de un millonario rescate.
Hasta hace poco, las extorsiones y secuestros eran sólo un problema para los empresarios y gente adinerado, ahora esta problemática se ha extendido a sectores más vulnerables como pequeños transportistas que en muchos casos apenas poseen una unidad vehicular, bodegueros, pequeños emprendedores y migrantes que son abordados por delincuentes que solicitan el pago de un “cupo” a cambio de una pseudo “seguridad”, en aplicación de la forma más conocida de birlar dinero mediante la extorsión. Lo que antes sólo era un problema de ricos y gente acomodada ahora es también un problema para la población vulnerable y que no goza de una economía solvente.
Nuestras autoridades se echan la pelota entre sí y nadie parece tener una voluntad de afrontar el problema en toda su integridad, por un lado está la PNP que se queja y no con poca razón, que ellos detienen delincuentes hasta en flagrancia y/o con armas de fuego que luego son liberados por la Fiscalía o el Poder Judicial y que están atemorizados de utilizar sus armas de reglamento porque corren el riesgo de ser procesados y sentenciados por heridos o muertos acaecidos durante una acción policial.
En el Poder Judicial los jueces se lavan las manos diciendo que se limitan a aplicar lo establecido en la Ley, cosa que en la gran mayoría de casos es cierta, o sueltan delincuentes advirtiendo defectos en las investigaciones preliminares y preventivas que se encuentran a cargo de la Fiscalía y justamente es aquí donde se concentra gran parte del problema, en un Ministerio Público que se ahoga en medio de sus cuitas e intrigas internas, con capacidad para meter prisiones preventivas a políticos, pero incapaz de acusar exitosamente a la criminalidad que acosa la vida diaria de todos los peruanos.
Desde lo más alto del poder representado por Dina Boluarte y sus inoperantes ministros que solo niegan la realidad, poco se puede esperar. ¿Qué hacer? Andar con precaución y exigir cambios porque si las autoridades siguen haciendo lo mismo, nada va a cambiar, ni solucionar.
*Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.