LA COLUMNA DEL DÍA | Nadie apaga el incendio
Creado el Lunes, 23 de Septiembre del 2024 12:06:23 am
Hace varias semanas diversos incendios forestales vienen consumiendo nuestra amazonía y otros puntos del país, afectando nuestra flora, fauna y causando muertes que se pudieron evitar.
La reacción del gobierno para frenar el avance de los incendios fue tardía y las justificaciones de Dina Boluarte, lindaron con el absurdo, demostrando una vez más, que vive en un universo paralelo, ejerciendo un cargo que le queda demasiado grande.
Pero el país también soporta otro incendio provocado irresponsablemente en nuestra caja fiscal, que viene gastando el dinero ahorrado por décadas en ese despilfarro llamado Petro Perú, que sólo en el actual gobierno ha gastado más de 4 mil millones de dólares en medidas de “salvataje financiero” para evitar la quiebra de la petrolera estatal.
Si bien, el despilfarro empezó cuando Ollanta y Nadine promovieron la “modernización” de la refinería de Talara, que ha terminado costado alrededor de 7 mil millones de dólares, cifra descomunal que sumada al salvataje financiero llega a alrededor de 11 mil millones de dólares, que sólo sirve para justificar un absurdo nacionalismo y pagar los privilegios vestidos de derechos laborales que favorecen a los trabajadores de la empresa estatal.
El costo de mantener operativa a la petrolera de bandera fácilmente cubriría el pago de un tercio de nuestra deuda externa, y el problema está en que el gobierno de Boluarte que había enmendado el rumbo respecto a la entrega del Directorio a los trabajadores que fatalmente ejecutó Pedro Castillo, ahora ha aceptado la renuncia del Directorio que estaba conformado por profesionales capaces e independientes y pretende designar a aquellos que ya estuvieron en la época del profesor golpista y que apuestan por el desmadre financiero para mantener sus jugosos salarios y descarados beneficios laborales, quedando claro que en la praxis pretenden que todos los peruanos paguemos su irresponsabilidad con nuestros impuestos, y así, todavía algunos creen que el Estado debe mantener a las empresas estatales bajo su control, eso es ceguera irresponsable o terquedad patológica.
El otro incendio en ciernes es el político – judicial o judicial – político, como se quiera ver, que está siendo protagonizado por el insufrible Chibolín y que tiene en vilo a las más altas esferas del poder en el Ministerio Público y en el Poder Judicial, así como a una buena cantidad de políticos que literalmente han desfilado en su programa de variedades.
La farandulización de la política es una herencia del fujimontesinismo noventero, antes era una situación excepcional pero ahora es una práctica cotidiana, que tiene como consecuencia la banalización del ejercicio del poder y que personajes esperpénticos como Chibolín, adquieran poder y dinero a costa de práctica tan extendidas como vedadas.
El país se incendia por todos lados, pero a nadie parece importarle mucho, ¿o será que, en cierta forma, splo nos queda la esperanza de renacer de las cenizas?
*Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.