LA COLUMNA DEL DÍA | Los líderes políticos
Creado el Jueves, 12 de Septiembre del 2024 01:01:01 am
Querría decir que los niños tienen dentro de sí mismos una cantidad de tendencias que pueden impulsarlos justamente hacia la perversión, hacía una futura corrupción o hacia actos semejantes. La pregunta es: ¿qué hacemos entonces que unos seres humanos transiten por este camino y otros no?
La respuesta obvia es la educación en la familia y los valores de sus contactos comunitarios, principalmente la escuela o el colegio. Los psicoanalistas observan que no es el único factor. Para la posible crisis y pérdida de valores son de importancia las presiones de la sociedad, pero, principalmente, los factores generados por el líder de esta.
Hoy en día muchos líderes políticos, culturales y económicos en varios países del mundo son también la expresión de una sociedad sin valores. La crisis de los líderes políticos hace perder credibilidad a las instituciones del Estado (Gobierno, Congreso y Poder judicial). Las instituciones son las leyes y sanciones vinculadas con ellas que defienden la libertad. La crisis de las instituciones pone en peligro la libertad de las personas.
Hay una interacción entre el grupo y el líder. “Todo ser humano necesita un ideal superior, que esa el que cuide nuestra ética y nuestra forma de proceder. Los pueblos ya no tienen un emblema, un ideal vivo, no cambiante y que nos ordene en una moral común.”
Hay un circulo vicioso que va del líder a la masa y de la masa al líder. El filósofo y periodista Fernando Savater dice al respecto: …por todas partes te lo van a decir: ¡los políticos no tienen ética! La primera norma es desconfiar de los que lanzan truenos morales contra la gente en generan. Para lo único que sirve la ética es para intentar mejorarse a uno mismo, no para reprender elocuentemente al vecino. ¿Por qué tienen tanta mala fama los políticos? Ellos ocupan lugares especialmente visibles en la sociedad. Sus defectos son más públicos. Las sociedades igualitarias, es decir, democráticas, son muy poco caritativas son quienes escapan a la media por encima o por abajo; al que sobre sale, apetece apedrearle; al que se va al fondo, se la pisa sin remordimiento. Lo más probable es que los políticos se nos parezcan mucho a quienes los votamos, quizá incluso demasiado.
La filosofía posmoderna dedica toda su energía a la búsqueda de errores, a describir la oscuridad de la vida, a halagar el sinsentido, a declarar sospechoso o anular todo bien que aparece. La novela negra está de moda. El filósofo, alemán, Odo Marquard afirma: lo que antes era bueno, ahora es malo. Por ejemplo, la corrupción es ahora un bien. Claro, a condición que sea para mi. El mal se hace bien en la misma medida en que el bien es desenmascarado como mal.
John Locke rescató la herencia de las instituciones del imperio romano. No hay libertad sin autoridades que controlan el cumplimiento de las leyes. La libertad solo prospera si logramos crear instituciones que confieran estabilidad.
*Padre Johan Leuridan, OP, doctor en Teología en la Universidad Urbaniana (Vaticano), personalidad meritoria de la Cultura del Ministerio de la Cultura, miembro honorario de la Academia de la Lengua, doctor honoris causa de la Universidad de San Marcos y autor del libro "El Sentido de las Dimensiones éticas de la Vida".