LA COLUMNA DEL DÍA | La inseguridad en el diván
Creado el Lunes, 28 de Octubre del 2024 08:42:24 am | Modificado el 04/11/2024 11:38:46 pm
Cada día nos despertamos con los medios de comunicación anunciando una nueva muerte producto de la extorsión o un robo a mano armada con consecuencias fatales y ante estas malas noticias, desesperadamente volteamos a mirar la respuesta de nuestras autoridades y con preocupación encontramos que, a la desesperante inoperancia del Ejecutivo encabezado por una presidenta que está ensimismada a tiempo completo y vive rodeada de funcionarios tan adulones como ineficientes, a lo que debemos sumar la bagatela política en la que se ha esmerado en parecerse el Poder Legislativo que a decir de varios presuntamente aprueba leyes para facilitar el accionar de la delincuencia.
Sin embargo, la verdad está en que la delincuencia se ha desbordado por varios factores antiguos y recientes que concurren simultáneamente, principalmente vinculados a una legislación diseñada para combatir ferozmente los delitos cometidos contra la administración pública, especialmente aquellos cometidos por funcionarios y políticos de alto perfil, pero que en contraparte es estrictamente garantista frente a la comisión de otros delitos importantes como los que afectan la vida diaria de nuestra población desde extorsión hasta minería ilegal, pasando por robo y narcotráfico
Con la fe perdida en el accionar de los poderes del Estado, los peruanos salen temerosos a ganarse el dinero necesario para darles un sustento digno a sus familias, confiando su vida a Dios y esperando que la PNP se sacuda de sus cuestionamientos y haga su trabajo. Lamentablemente, con eso no alcanza porque el aumento de la delincuencia sigue a la orden del día y entre la Fiscalía y el Poder Judicial están en una insana competencia para liberar delincuentes.
Es increíble y contradictorio ver en nuestro Perú como una legislación rigurosa y severa funciona contra Alejandro Toledo y es débil contra la delincuencia que azota las calles y que ambos tipos de delitos no puede ser sancionada con medidas igual de severas en materia penal. El reciente paro nacional de transportistas solo es la punta de un iceberg que detalla el caos potencial que genera una válida protesta contra la inseguridad, pero que simultáneamente implica frenar las actividades económicas diarias en un país altamente informal.
En resumen, si trabajas la delincuencia te extorsiona y si haces paro dejas de ganar tu sustento diario, entonces el caos se ha consumado y vemos que termina siendo el reflejo de una a situación que pasa de lo caótico a lo apremiante sin escalas. ¿Cuánto más falta para entender que el problema no está solo en las leyes, sino principalmente en quiénes aplican las leyes?
*Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.