Creado el Miércoles, 21 de Febrero del 2018 05:05:45 pm | Modificado el 06/10/2021 01:32:28 pm

Por el doctor Felipe Llenque Tume*

A estas alturas del año muchas empresas públicas y privadas ya han realizado sus respectivos balances de fin de año, otras están por culminarlas. En tal sentido, inicio este artículo planteando la siguiente cuestión: ¿A qué accionista, director, gerente o propietario de una micro, pequeña, medina o gran empresa no le interesa que los resultados de su gestión o de la gestión de la empresa se exprese en la obtención de utilidades? Efectivamente, claro que interesa que los resultados que se expresan a través de los Estados Financieros en un período de gestión, sean positivos. Sin embargo, ¿dichos estados financieros expresarán la verdadera situación de la empresa? Por supuesto que no. ¿Y por qué no?

Para responder a la cuestión planteada, hay que señalar que, en estos tiempos en que vivimos, cambiante y competitivo, ya no basta tener una información contable o financiera acerca de la empresa y nos engañaríamos si solo observamos dichos resultados. 

Púes bien, ¿y qué hace falta, entonces? Falta hacer un diagnóstico más general de la organización. Imaginemos que una empresa ha obtenido utilidades en un periodo determinado. Preguntémonos entonces: ¿los clientes de esa empresa se sienten felices adquiriendo los productos o servicios que les venden, los trabajadores o colaboradores de esa empresa se sienten satisfechos trabajando en dicha organización?  ¿Cómo es la solvencia moral de sus accionistas o propietarios? ¿Cuál es el grado de compromiso que tienen los trabajadores de la empresa para poder cumplir con la misión de la organización? ¿Existe un profesionalismo por parte de los funcionarios y trabajadores de la empresa en sus relaciones laborales?  En fin, se pueden plantear muchas preguntas y observamos que todas ellas no se van a expresar a través de los EEFF que se obtienen al final de un periodo.

En ese sentido, vuelvo a señalar, hace falta un diagnóstico más integral de la organización. Como lo señala Luis Alfonso Carrera, en su artículo: Diagnóstico Clínico, en la pág. 14 de la revista Gestión, del mes de febrero: “…es importante conocer si la compañía cuenta o no con un buen gobierno corporativo, con un Directorio profesional y con adecuadas políticas y sistemas anticorrupción, de responsabilidad social y de protección y respeto al medio ambiente”. Por lo tanto, no nos contentemos con las utilidades financieras obtenidas, hay que hacer algo más.

Para ello es importante tener en cuenta factores como el profesionalismo de todos, desde la parte operativa, pasando por la gerencia media hasta llegar al nivel de la Alta gerencia. Y qué no decir del sindicato que también se constituye como un engranaje que puede ayudar mucho a que una organización pueda mejorar cada vez más, pero también puede convertirse en un obstáculo si las obsesiones son meramente económicas o tan sólo de poder político como “jalar agua para su molino”.

Otros de los factores a considerar en un diagnóstico empresarial son la creatividad, innovación de la organización, la capacidad gerencial en la toma de decisiones. En suma, se puede decir que para que una empresa sienta que se encuentra en una muy buena situación, Todos absolutamente todos deben estar felices: los accionistas, o propietarios, los clientes, los colaboradores, los stakeholders o grupos de interés de la empresa.

Como siempre señalo, la empresa es un sistema, compuesto por muchos subsistemas, donde cada uno de ellos son interdependientes, cada uno depende del otro. Lo que haga o deje de hacer un área o puesto de trabajo va a influir en el producto o servicio final y éste a su vez va a influir en satisfacción o insatisfacción de los clientes.

*Felipe Llenque Tume
Pastdecano del Colegio de Licenciados en Administración (CORLAD Chimbote).

Escuche la versión radial de la columna: 

Foto referencial: ituarteindustrialservices.com

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