LA COLUMNA DEL DÍA: la empresa del futuro
Creado el Miércoles, 20 de Julio del 2016 08:41:24 am | Modificado el 06/10/2021 01:29:16 pm
Nos preocupamos de nuestro futuro porque es ahí donde vamos a estar, donde vamos a vivir, donde nuestros hijos, nuestro nietos van a estar por un tiempo. En tal sentido, nuestra preocupación por ese futuro nos motiva a planificarlo con anticipación. Hoy hablaré de las características o señales que deben tener las empresas que desean permanecer en ese futuro. Para ello, he obtenido información del documento resumen de The IBM Global CEO Study 2008: La Empresa del Futuro.
En este documento se indica que existen 5 características muy importantes que van a tener las empresas del futuro, a saber: que estén dispuestas a cambiar, que sean sensibles a clientes más exigentes, que esté globalmente integrada, que sea disruptiva por naturaleza, que sea comprometida y no solo generosa. Veamos qué significa cada uno de ellos.
1. Dispuestas a cambiar: la empresa del futuro es capaz de cambiar rápidamente y con éxito, en lugar de simplemente responder a tendencias, se anticipa y las lidera. Los cambios en el mercado o sector se presentan como una oportunidad para sacar ventaja a la competencia. Para ello hay que responder a las siguientes preguntas:
¿Ha incorporado su empresa a empleados “visionarios”, otorgándoles la libertad necesaria para llevar a cabo los cambios? ¿Gestiona el cambio como un programa estructurado y mide la efectividad del mismo? ¿Tiene en vigor robustos procesos para desarrollar nuevos conceptos de productos, servicios y modelos de negocio, y que permitan redirigir la inversión cuando sea necesario?
2. Sensible a clientes exigentes: la empresa del futuro sobrepasa las expectativas de clientes que cada vez exigen más. Profundas relaciones de colaboración le permiten sorprender a los clientes, con innovaciones que conllevan mayores éxitos tanto para los consumidores como para el propio negocio.
¿Cuáles de sus productos o servicios están abriendo nuevos terrenos, identificando segmentos de mercado totalmente nuevos? ¿Qué puede aprender de ellos? ¿Está evaluando de forma sistemática potenciales mercados geográficos? ¿Cómo consigue la eficiencia de marcas, productos y servicios globales, y al mismo tiempo, sigue siendo relevante a nivel local? Cuando cambian las preferencias del cliente, ¿es el primero en comprenderlas y actuar en consecuencia, o reacciona la competencia con mayor rapidez?
3. Globalmente comprometida: la empresa del futuro se integra para sacar partido a la economía global de hoy en día. su negocio está diseñado de forma estratégica para acceder a las mejores capacidades, conocimiento o talento y activos, independientemente de dónde residan. El objetivo es poder utilizarlos en cualquier lugar del planeta donde sean requeridos.
¿Está integrando de forma eficaz capacidades, conocimiento o talento y activos diferenciadores en distintas partes del mundo a través de redes de centros de excelencia?
¿Cuenta su empresa con un modelo de negocio integrado de forma global (incluso si no tiene un tamaño global)? ¿Cuenta con un plan detallado para establecer relaciones de colaboración y para fusiones y adquisiciones a nivel global? ¿Está desarrollando líderes que piensan y se comportan de forma global? ¿Cultiva y respalda conexiones sociales para mejorar los procesos de integración e innovación?
4. Disruptiva por naturaleza: la empresa del futuro desafía de forma radical su modelo de negocio, agitando los cimientos de la competencia. Aumenta la propuesta de valor, acaba con los enfoques de entrega tradicionales y, en cuanto surge la oportunidad, se reinventa a sí misma y a todo el sector.
¿Hay un modelo disruptivo que está a punto de transformar su sector? ¿Es más probable que proceda de su empresa o de la competencia? ¿Pasa tiempo pensando de dónde vendrá el siguiente cambio? ¿Está observando otros sectores en busca de conceptos y modelos de negocio que pudieran transformar su mercado?
5. Comprometida, no sólo generosa: la empresa del futuro va más allá de la filantropía y la conformidad, y refleja una preocupación comprometida por la sociedad en todas sus acciones y decisiones.
¿Se aproxima a la responsabilidad social corporativa de forma global? ¿Comprende las expectativas de responsabilidad social corporativa (RSC) de sus clientes? ¿Cómo las está incluyendo en sus soluciones? ¿Sabe a qué ONG escuchan sus clientes? ¿Está colaborando con estos grupos? ¿Ha sacado conclusiones de iniciativas ecológicas actuales que pueden aplicarse a su estrategia de RSC? ¿Está ofreciendo a sus empleados la oportunidad de que marquen la diferencia personalmente? ¿Cómo se asegura de que las acciones llevadas a cabo a través de la empresa – y de toda la cadena de valor – son coherentes con sus políticas y valores RSC?
Estas características de la empresa del futuro no son propias de las grandes compañías sino también de las micro y pequeñas empresas, así que todos deben tenerlos en cuenta si es que desean permanecer en ese futuro.
*Felipe Llenque Tume
Pastdecano del Colegio de Licenciados en Administración (CORLAD Chimbote).
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