LA COLUMNA DEL DÍA | La desatendida atención en salud
Creado el Viernes, 6 de Octubre del 2023 06:07:52 pm | Modificado el 06/10/2023 06:13:12 pm
La muerte de un conocido excongresista ha puesto nuevamente en agenda las deficiencias y precariedades del sistema público de salud. Este problema tiene décadas y todos los días se mueren personas, pero como no son famosas, a nadie le importa, menos aun a quienes toman decisiones políticas o normativas ya que tienen atención privada, en muchos casos con dinero público.
La primera vez que se puso en alerta nacional la precariedad del sistema de salud fue durante la pandemia. Entonces, como tampoco las clínicas privadas podían enfrentar el mal, “se preocuparon” y manifestaron que el sistema público de salud debe ser reformado. Pasó la pandemia y también se les pasó la preocupación. Hoy algunos la recobraron temporalmente.
Si bien es cierto el problema del sistema público de salud es nacional, el ente rector es el Ministerio de Salud y se requiere medidas a ese nivel. Los gobiernos regionales tienen responsabilidades compartidas en la administración de la salud, y después 20 mil millones de soles desperdiciados la situación no ha cambiado.
Los diferentes gobernantes regionales en Áncash no han hecho propuestas para reformar este deficiente sistema de salud, porque no lo notan, porque no les interesa o porque han sido incapaces; se han enfocado solamente en ofrecer la construcción de dos grandes hospitales en Huaraz y Chimbote, como si con eso se solucionaran todos los problemas. No han ofrecido una propuesta integral para mejorar la atención en salud de la población.
Actualmente en Áncash seguimos teniendo déficit en infraestructura hospitalaria. Algunos hospitales menores se están haciendo a través de Reconstrucción con Cambios y mediante la modalidad de obras por impuestos; eso es bueno, pero no suficiente, porque hay que equiparlos, dotarlos de personal y elevarlos de categoría.
En Áncash también hay postas que solo atienden hasta las 2 de la tarde o las 7 de la noche; no tienen servicio de emergencia y menos ambulancia. Y eso que estamos hablando de zonas urbanas. Ni qué decir de las zonas rurales.
En Áncash faltan especialistas, lo que provoca que, para ser atendidos, uno se demore muchísimo. En Áncash tenemos deficiente organización y falta de fortalecimiento de la atención primaria en salud, lo que hace que los hospitales referenciales se sobrecarguen; ni qué decir de la falta de promoción sostenida; no basta una campaña de salud preventiva. Si se fortaleciera este aspecto de la salud, no solo se atendería mejor, sino que hasta se ahorraría tiempo y dinero.
Es curioso, pero en Áncash hemos tenido tanto dinero, y aun hoy lo seguimos teniendo, que los gobernadores ni siquiera pueden gastar. Ninguno ha sido capaz de implementar con equipamiento de última generación los pocos centros hospitalarios que tenemos, pese a que tanta falta hace, lo que termina obligando a los pacientes a esperar meses para ser atendidos, o a buscar atención médica particular.
En Áncash, 20 mil millones de soles después, y con miles de muertes y enfermos cuestas, a nadie parece importarle, nadie parece preocuparse por mejorar el servicio de salud. ¿Hay que esperar a que muera algún famoso ancashino para reaccionar?
Lo que parece también haber muerto es la esperanza de la población, que solo se resigna y sufre. Lo que también parece haber muerto es la conciencia y dignidad de los funcionarios responsables de administrar la salud. Y los que parecen haber muerto también son los excandidatos y su ‘amor’ por Áncash, aunque es probable que resuciten para las elecciones venideras. Eso es seguro.
Igual que a nivel nacional, a los que tienen el poder no les interesa la salud pública porque ellos se atienden en clínicas privadas. Igual en Áncash, a los que tienen el poder de cambiar no les interesa, porque tienen para atenderse en privado o para viajar a Lima. Lo más preocupante de todo es la pasividad de la población que, por limitaciones económicas, se ve obligada a atenderse en estos hospitales precarios. Muchos mueren sin saber siquiera que estaban enfermos… porque no los atendieron.
Evidentemente, todos queremos hospitales mejores, más grandes y más equipados. Suponiendo que las autoridades cumplieran con construirlos, aun así sería insuficiente porque lo que necesitamos es una propuesta integral de salud que hasta ahora no se nos ha mostrado.
Pero ya que se puso de moda otra vez hablar de salud, aprovechemos en poner en agenda la necesidad urgente de mejorar el sistema, antes de que las autoridades se vuelvan a olvidar, hasta que muera algún otro famoso que, de casualidad, se tenga que atender en un hospital público.
¿Esperamos a que las autoridades que no tienen interés cambien, pese a que han pasado años y no lo hacen? ¿O exigimos que se interesen en solucionar los problemas de una vez? ¿Usted qué opina?
* Miguel Arista Cueva es docente y abogado. Consultor, conferencista, especialista en gestión pública, educación y derecho administrativo. Fue director regional de Educación de Áncash y del Colegio de Alto Rendimiento de Cajamarca.