Creado el Domingo, 25 de Febrero del 2024 11:38:33 pm

La llegada de Paolo Guerrero al fútbol peruano fue el pretexto perfecto para tener entretenido al país

Como si no bastara el caluroso verano que asedia la costa norte y que se hace sentir en nuestro puerto, el ambiente político también se ha calentado bastante, aun cuando los congresistas se encuentran de vacaciones y la clase política abochornada por el clima.

La llegada de Paolo Guerrero al fútbol peruano fue el pretexto perfecto para tener entretenido al país, pues en el universo particular de los Acuña, la contratación de Guerrero es un gran negocio debido al aprovechamiento de la imagen del goleador, que según su particular entender, puede inclusive catapultar a Richard Acuña como candidato presidencial y, a la par mejorar, la imagen de su emporio universitario. Pero quizá ni Guerrero alcance para cumplir el sueño presidencial de los Acuña, porque como augurio venido del futuro, hasta el momento la que más ha ganado con este cuento es Brunella Horna, que tuvo todas las “primicias” en su programa de variedades, y en política es así, nadie sabe para quién trabaja.

Vistos los hechos en contexto, la novela de Guerrero y su llegada a Trujillo que gobernada por los Acuña ha dejado de ser la “Ciudad de la Eterna Primavera” para convertirse en la “Ciudad de la Eterna Balacera”, fue la cortina de humo utilizada para distraernos de la noticia que realmente ha calentado la preocupación de muchos poderosos y especialmente a los caviares, y es la declaración de Jaime Villanueva conocido como “el filósofo” ante la fiscal suprema Delia Espinoza, en la que expone las componendas en las más altas esferas de la Fiscalía de la Nación y la lucha encarnizada por el control de la institución.

La declaración de Villanueva ante la fiscal provincial Marita Barreto y las fotocopias de unas capturas de pantalla de un Whatsapp de alguien que ahora resulta ser un NN, sirvieron para que la JNJ suspenda a Patricia Benavides en su función de fiscal de la Nación. Ahora que el mismo Villanueva, delata con pelos y señales que Gustavo Gorriti sería el poder detrás del trono en la Fiscalía y quien habría influenciado en las investigaciones a cargo de los fiscales Vela y Pérez, y que incluso habría tenido hasta un escritorio con personal de su ONG dentro del despacho de José Domingo Pérez, no hay sanción disciplinaria para nadie y varios de los principales medios de comunicación han omitido difundir las telúricas declaraciones.

Es obvio que, la pataleta de Guerrero sirvió para cubrir la pataleta de José Domingo Pérez, quien se muestra indignado por las declaraciones en Fiscalía de Villanueva, ahora que todo parece indicar que los fiscales Lava Jato jugaron en pared con los intereses de la cuestionada Odebrecht y, coincidentemente, es el propio Gorriti quien ha defendido públicamente a los fiscales y a la empresa brasileña.

De ser cierto que Gorriti es el poder fáctico de la Fiscalía, toma sentido que Keiko Fujimori haya ido tres veces a la cárcel por recibir fondos de campaña sin ganar la presidencia, y que la exalcaldesa Susana Villarán disfrute relajadamente de los piscinazos en su casa de playa, aunque sus funcionarios hayan reconocido el pago de coimas en su gestión.

Las declaraciones de Villanueva deben investigarse a profundidad y con mucha objetividad, pero queda claro que los equipos especiales deben ser desactivados y que los fiscales supremos Pablo Sánchez, Zoraida Avalos, Patricia Benavides y Juan Carlos Villena deben dejar definitivamente el Ministerio Público porque es evidente que no son guardianes de la legalidad, sino de los intereses a los que representan y eso debería ocurrir antes de los goles de Paolo Guerrero.

* Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.