Creado el Lunes, 24 de Julio del 2023 09:50:24 am

El abogado Pablo Rioja Cueva señala que la "fauna política" que ahora soportamos no apareció de la nada, fue elegida, escogida y ungida con nuestros votos

Estamos a unos días de un nuevo aniversario patrio y el país continúa atravesando una crisis política que no parece tener fin.

Existe en las calles un desánimo generalizado sobre nuestra clase política gobernante, en especial sobre el ejecutivo y el cada vez más desprestigiado Congreso de la República, así como un hastío respecto a las marchas y protestas que ya nos demostraron que no conducen a ningún lado y no han servido para estabilizar el país, sino al contrario, han tenido como corolario muertes, heridos y mayor polarización política.

Es cada vez más patético corroborar que los hashtag de #DinaNoMeRepresenta y #CierrenElCongreso si bien contiene frases con las que nos identificamos muchos peruanos, apenas son formas muy frívolas de hacer política, tan igual como las intrincadas explicaciones de quienes sintiéndose moralmente superiores llamaron al voto por Perú Libre y Pedro Castillo y ahora llaman a marchar contra Dina Boluarte de Perú Libre, militante de su mismo partido e integrante de la misma fórmula presidencial, algo que no tiene mayor fundamento que apelar a la conocida desmemoria política de los peruanos.

Para evitar una situación caótica como la que predomina, la política debería practicarse desde una base ideológica definida o por lo menos centrada en tres o cuatro ideas fuerza que constituyan el eje claro de la posición de un partido político y de todos sus representantes, sea en el Ejecutivo, Legislativo, gobiernos regionales y municipios, para que todos los electores sepamos a quién y para qué estamos votando, cuáles son sus principios e ideas; y con ello, tener una proyección de su accionar una vez electo y en el ejercicio de la actividad pública.

Pero que existe una organización de personas con intereses propios inscrita en el ROP del JNE, no significa que exista un partido, menos cuando se trata de marcas políticas, membresías de privilegiados o clanes familiares como podría ser el caso de APP de los Acuña o Podemos de los Luna, un partido es mucho más que eso, pero hace rato que languidecen y con ellos, nuestra institucionalidad democrática.

Sin embargo, en honor a la verdad y a la realidad de las cosas, los principales responsables del caos político somos nosotros. Sí, usted amable oyente, que votó por algún impresentable que ahora forma parte del peor Congreso de la historia republicana o quizá, usted estimado lector, que siguiendo a los “líderes de opinión” de toda la vida, votó siendo “políticamente correcto” y ahora sólo siente que su voto, sus representantes y la democracia, no sirven para nada.

Entonces, vale la pena recordar que la fauna política que ahora soportamos no apareció de la nada, fue elegida, escogida y ungida con nuestros votos, por ello; es necesario que nos hagamos responsables corrigiendo nuestros yerros, algo que no se soluciona marchando, sino prestando más atención a la política que a los TikToks e informándonos sobre los temas relevantes mucho más que sobre los chismes de la farándula. Esta semana patria es un buen momento para reflexionar y empezar a hacernos cargo de nuestra responsabilidad en esta crisis política y así, la próxima vez, escoger bien.

*Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.