LA COLUMNA DEL DÍA | Hablarle a una pantalla y otras hierbas
Creado el Lunes, 19 de Octubre del 2020 08:37:59 am
Hay quienes estamos hartos de vivir entre webinars, reuniones vía zoom, clases online, karaokes en línea y videoconferencias; hartos de hablarle a una pantalla, con la fría impersonalidad que eso conlleva. Password inevitable de las relaciones sociales de este tiempo, frente a una máquina se nos juzga, así somos percibidos: lo que somos, lo que pensamos y hacemos, lo que decimos y cómo lo expresamos.
En las tardes, durante las transmisiones en vivo desde la Biblioteca, pienso en la flexibilización de temores y reglas que había antes respecto al consumo de medios digitales; hoy las pautas casi no existen, se piensa la comunicación online como suplantadora de carencias en este tiempo en que es complicado y riesgoso salir.
Las calles de Chimbote, sin embargo, viven una aparente normalidad. Ayer estuve en la Plaza 28 y pude comprobarlo. Los niños se encuentran y juegan con sus amigos, la sed de vida activa se apodera de casi todos, hasta es mal visto quien se niega a salir del encierro por razones de vida y de salud. Las pantallas, sin embargo, continúan en manos de las mayorías, se disfruta de la plaza y del malecón, se acude al mar pero sin alejarse ni un segundo de la tecnología. Estamos pasando de la angustia, el malestar y la ira, de la tristeza, el cansancio y las alteraciones en el sueño, a "una nueva normalidad" con escaso contacto físico y regulación emocional, a un tiempo de sobreconexión e información desbordada, a una época en que el smartphone o el gadget nos desconecta de nuestro entorno inmediato [incluso de nosotros mismos].
Hablarle a una pantalla sin escuchar nuestra propia voz, sin preguntarnos qué necesitamos para estar mejor o cuidarnos, es "normal" en este tiempo. Felizmente hay quienes nos negamos a cambiar nuestros hábitos de conducta a largo plazo, por suerte el ser humano casi todo lo olvida. No son muchos, pero hay quienes generan un sentimiento de humanidad compartida, de conexión con el dolor ajeno y el deseo de querer ayudar. La pandemia pasará y será un nuevo aprendizaje, ojalá podamos recordar lo aprendido.
* Augusto Rubio Acosta es poeta, narrador, periodista y gestor cultural