Creado el Miércoles, 27 de Diciembre del 2023 07:18:16 pm

“La resignación y el silencio nunca han sido el camino para encarar los problemas y menos para resolverlos”, reflexiona hoy Gabriel Mejía Duclós a pocos días de finalizar el año 2023

A pocos días de terminar el 2023, estoy seguro de que la inmensa mayoría deseamos renovar nuestras convicciones y esperanzas en el Perú y la región donde muchos hemos nacido; convencidos de que la prolongada noche oscura que hoy vivimos 33 millones de peruanos, llegará a su fin para dar nacimiento a una nueva etapa donde el país entero recobrará la alegría y su capacidad de lucha y emprendimiento, que nos permita a todos vivir con dignidad.

Es imposible que los peruanos y ancashinos nos resignemos indefinidamente a pensar que la corrupción e incompetencia avanzará como el cáncer terminal destruyendo el pasado milenario, la moral y todo el tejido organizativo y emprendedor de la población.

Los jóvenes, hombres y mujeres de bien, a través de las historia, en Chavín de Huántar, en el incanato, en la lucha por la independencia, en la lucha contra las acciones terroristas de Sendero Luminoso y el MRTA y en los momentos difíciles del terremoto de 1970, o en los estragos causados por el fenómeno de El Niño y en los días complicados de la covid-19, afloró el accionar organizado del pueblo, la solidaridad  y la capacidad de respuesta de los patriotas y líderes comunitarios para implementar estrategias exitosas para sobreponerse a la dificultades.

La resignación y el silencio nunca han sido el camino para encarar los problemas y menos para resolverlos. El silencio y resignación solo ha servido para que los incompetentes y corruptos con sus diferentes disfraces, se atornillen y tomen el poder en las regiones y en el país. Hoy los corruptos tienen nombre propio y se han apoderado de la presidencia de la república, del congreso y de muchas regiones y municipalidades.

Por ello, a pocos días para que termine el 2023, no podemos sino renovar nuestras esperanzas de cambio.

Esperanzas de cambio para que los jóvenes, hombres y mujeres de bien, se organicen e ingresen a la política activa, para que den nacimiento a nuevos partidos políticos que revolucionen, modernicen y refunden el quehacer político.

Esperanzas de cambio para alimentar y nutrir bien a los niños y madres gestantes, para erradicar la desnutrición y anemia que destruye las capacidades de los niños que son el presente y futuro del Perú.

Esperanzas de cambio para transformar la educación peruana, para que los niños de hoy, formados competitivamente en las aulas sean los hombres y mujeres que conduzcan y transformen el Perú.

Esperanzas de cambio para tener un estado competitivo donde su primera tarea sea impulsar políticas públicas para terminar con la pobreza en las zonas rurales y en los barrios de las ciudades, donde viven en condiciones infrahumanas.

Esperanzas de cambio para que la vida y la esperanza derroten para siempre a la mediocridad y a la muerte.

* Gabriel Mejía Duclós es ingeniero agrícola con especialización en ingeniería de recursos agua y tierra, 25 años de experiencia en gerencia y dirección de instituciones públicas y privadas vinculadas al desarrollo social, económico y gestión ambiental, ex candidato a la Gobernación Regional de Áncash.