LA COLUMNA DEL DÍA | Es hora de gobernador
Creado el Lunes, 20 de Febrero del 2023 10:51:42 am

Con la irrupción del covid-19 se generó un fuerte trastorno en nuestra forma de vida, que nos tuvo en peligro por casi dos años y que apenas parece terminar, dejando como secuela a miles de familias enlutadas y a millones de peruanos con una economía deteriorada.
La aparición de la pandemia ocasionó una situación compleja y difícil en la que aprendimos a vivir con reglas diferentes a las habituales para sobrellevar la emergencia sanitaria de manera más segura, fue una situación complicada que alcanzó a todos, incluso a los distintos niveles de gobierno en nuestro país, aun cuando eran los llamados a protegernos con adecuados servicios de salud y seguridad, algo que lamentablemente no ocurrió.
En medio del pánico ocasionado por la pandemia, poco importaba la real efectividad del presidente, los gobernadores y los alcaldes, en la medida que mitigaran los efectos devastadores de la pandemia con oxígeno, camas en los hospitales y víveres, pues eso era lo único que importaba, preservar la vida y tener un plato de comida en la mesa. Este drama fue aprovechado especialmente por Martín Vizcarra que con un populismo y oportunismo nunca visto logró índices de popularidad inimaginables sólo por salir a decirnos que debíamos seguir encerrados porque el covid-19 azotaba el país, mientras los peruanos perdíamos amigos y familiares diariamente, incubando la crisis política nacional que afrontamos ahora.
En Áncash, el gobernador regional Morillo fue apresado por mal utilizar los fondos del Gobierno Regional de Áncash para la construcción de áreas para atención covid-19 en los hospitales Minsa de Nuevo Chimbote y Huaraz, y el exalcalde Briceño hizo noticia nacional porque frívolamente estaba disfrutando de una reunión cuando imperaba el toque de queda y el estado de emergencia. En síntesis, nuestras autoridades no dieron la talla en el momento más difícil y trágico que nos ha tocado vivir en décadas, desde que el terremoto castigó a nuestra región en 1970.
La pandemia va quedando atrás y pasado el susto del covid-19, ahora tenemos a Koki Noriega en el Gobierno Regional de Áncash, quien generó altas expectativas porque fue electo con un importante respaldo popular y anunció que la lucha contra la corrupción sería frontal en su gestión. Sin embargo, apenas asumió el gobierno ha realizado designaciones de personajes cuestionados, ha asumido posiciones muy políticas, pero poco sensatas, sin que hasta ahora sepamos qué planes tiene para resolver los principales problemas de Ancash, más aún cuando gozará de mayor cantidad de dinero que sus antecesores gracias al exponencial aumento del canon minero.
Por el lado de la Municipalidad Provincial del Santa, el alcalde Gamarra tiene un mejor panorama, pues goza de una amplia experiencia política y de gestión pública, también se beneficiará de mayores recursos provenientes del canon y cuenta con una estructura administrativa más sólida. Las expectativas hacia su labor si bien son menores porque su antecesor tuvo una gestión que naufragó en la mediocridad y en su elección, hasta se vio superado por la sumatoria de los votos blancos y nulos, no significa que la población ávida de buenas autoridades prontamente empiece a exigirle resultados.
Es momento de que nuestras autoridades empiecen a gobernar, más aún cuando tendrán muchísimo dinero a su disposición, deben ser conscientes que existe una demanda social embalsada, que en cualquier momento puede dejar de dirigir sus reclamos al gobierno nacional que parece empecinado en hacer cualquier cosa que no sea gobernar y puede empezar a dirigir esos reclamos a la región o municipios, más aún, cuando las principales demandas pueden ser resueltas desde estos niveles de gobierno.
*Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.
