Creado el Miércoles, 13 de Septiembre del 2023 09:13:53 am | Modificado el 13/09/2023 09:25:32 am

No dejemos que nuestro estado de ánimo nos desanime en lograr nuestras metas y objetivos personales o de grupo, señala el doctor Felipe Llenque Tume*

Para el común de la gente existe, en el corto plazo, poco optimismo respecto al futuro de nuestro país. Eso es muy lamentable si valoramos el estado anímico de las personas para el logro de metas programadas. Incremento de precios en algunos productos de primera necesidad, escasez en la oferta de puestos de trabajo, autoridades sin calidad moral, sin liderazgo, proyectos estancados, dinero que no se sabe cómo utilizarlo, obras mal ejecutadas, etc. Si, además, no se está actuando adecuadamente, tanto por parte de las autoridades competentes como de la misma población ante la proximidad del fenómeno de El Niño, y, si a todo ello le agregamos la desaceleración de la economía mundial, pues el pesimismo de todos los agentes económicos tiene una razón de ser.

Así como el estado de ánimo influye en el carácter de las personas, también el estado de ánimo de la población influye en la economía de un país. El estrés, por ejemplo, es el estado psicológico más dañino para la salud de las personas. Sin duda, también el estado de ánimo de la gente va a repercutir en las decisiones que opten las personas, las empresas, el gobierno, en la economía de una sociedad.

Algunos estudios señalan que el estado de ánimo de la gente influye en la toma de decisiones, y hace que la gente pueda consumir más, en algunos casos. Un estado de ánimo positivo, como el de alegría, está asociado con un proceso de decisión más rápido, mientras que estados de ánimo negativos como la tristeza producen decisiones lentas y deficientes. Por supuesto, no necesariamente, suele ocurrir esto, pero es lo que sucede en la mayoría de las veces.

No dejemos que nuestro estado de ánimo nos desanime en lograr nuestras metas y objetivos personales o de grupo. Por ello, siempre es importante nuestra actitud positiva ante la vida, ante situaciones o hechos desagradables. Por ello, es importante que, los líderes, los jefes, los conductores de las organizaciones influyan en la mejora del estado de ánimo de la gente. Claro que esto no se logra por arte de magia. Influyen tanto factores internos y externos de la economía.

Como lo señala el economista Raúl Martínez: La tristeza, la felicidad, el optimismo y el pesimismo son estados inherentes a la naturaleza humana. Aprovechar y vivir con esas emociones es parte de la experiencia de vida. Pero aprender a canalizarlas para evitar decisiones inadecuadas es parte de un proceso de responsabilidad financiera personal que nos ayude a tomar el control del futuro financiero.

Felipe Llenque Tume es doctor en Administración, past decano del Colegio Regional de Licenciados en Administración (Corlad Chimbote), director de la Escuela de Administración en la Uladech Católica, consultor en capacitación y asesoría empresarial a sectores económicos de producción y servicios, y exmiembro del Directorio de Sedachimbote.

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Rsd2023rsd2023 · LA COLUMNA DEL DÍA | El estado de ánimo