Creado el Lunes, 30 de Octubre del 2023 08:53:18 am

Desde el 2019 nuestra deuda aumentó, pasando de 55 mil millones a 63 mil millones de dólares el 2020, y en lo que va de este gobierno ha crecido hasta los 76 mil millones, señala el abogado Pablo Rioja Cueva

El pago de la deuda externa siempre fue un dolor de cabeza para la economía nacional, durante la década de los 80s agobiados por el modelo estatista que llenó al país de empresas públicas dedicadas a explotar nuestros recursos estratégicos, pero que en la práctica perdían dinero a raudales, nos llevó a la bancarrota. La burbuja estatal explotó, se vaciaron las reservas y nos quedamos sin capacidad económica para atender el pago de la deuda externa y cumplir con nuestro propio presupuesto, ocasionando el colapso financiero del país.

Esta deuda fue impulsada por una política estatista promovida por la dictadura militar del general Velasco Alvarado. La deuda externa que asfixió al país en los 80s se incubó por el préstamo para la construcción del oleoducto norperuano para Petroperú y el financiamiento de las empresas públicas.

Las empresas estatales habitualmente tuvieron una administración ineficiente debido al amiguismo o compadrazgo en los cargos directivos, se convirtieron en nidos de corrupción y agencias de empleos de los gobiernos de turno, al mismo estilo de los gobiernos regionales y municipios de hoy en día.

Fue tal el lastre, que, durante los 90s, aún cuando muchos trabajadores fueron despedidos de sus empleos estatales, nadie se atrevía a negar que las empresas públicas habían sido una tremenda desgracia para el país y que el sueño estatista se había convertido en una pesadilla calamitosa.

Para evitar mayores pérdidas al país, se vendieron la gran mayoría de empresas públicas, quedando muy pocas por privatizar, que hoy son un problema porque están en rojo, son ineficientes y corruptas, como Petroperú y las empresas que atienden el servicio de agua potable y alcantarillado a nivel nacional.

También hubo casos excepcionales porque fueron un rotundo fracaso, como la privatización de Siderperú, que nunca se modernizó y en la práctica ha quedado convertida en un gran almacén, pero con la privatización de la gran mayoría de empresas se evitó que el país siga perdiendo dinero y sea financieramente inviable, permitiendo que el Estado consiga recaudar tributos que ahora son pagados por los privados de las que antes eran las empresas públicas que causaban pérdidas.

La venta de empresas públicas y el régimen económico de la Constitución de 1993 permitió que durante casi treinta años se pague puntualmente la deuda externa y se mejore el presupuesto de todas las entidades estatales.

Aunque aparentemente todo estaría bien, desde el 2019 nuestra deuda se ha incrementado, pasando de 55 mil millones, a 63 mil millones de dólares el 2020 y en lo que va de este gobierno ha crecido hasta los 76 mil millones.

¿En qué se ha gastado para endeudar al país? Es una buena pregunta, lo cierto es que, en 4 años, la deuda ha crecido en 40 %, impulsada por dos factores, nuevamente las empresas públicas en rojo, principalmente Petroperú y las empresas de agua, y el crecimiento exagerado de la planilla estatal, parece que olvidamos la lección y estaríamos empecinados en repetir el drama de los 80s, luego no nos quejemos si aparece otro Fujimori, aunque lo más importante es no olvidar nuestra historia, porque sino estaremos condenados irremediablemente a repetirla.

*Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.