LA COLUMNA DEL DÍA | De Dina dinamita a Dina dinámica y ahora Dina viajera
Creado el Lunes, 13 de Noviembre del 2023 07:56:07 am

Todos sabemos que la presidenta Boluarte ha llegado a la presidencia por accidente, tanto político como funcional, porque desde el momento de su inscripción como candidata todo fue accidental, la abogada Boluarte representaba el cupo de género necesario para validar la inscripción de la plancha presidencial ideada por Vladimir Cerrón para pasar la valla electoral y mantener el registro de su partido Perú Libre en el JNE.
Al pasar a segunda vuelta, todos la conocimos por el flamígero discurso que lanzó contra los “ricos” y limeños, minutos después de conocerse el flash electoral. Este furibundo mensaje le valió el apelativo de “Dina dinamita” por su proclividad a la confrontación estruendosa.
Al iniciar la campaña por la segunda vuelta, Boluarte moduló su temperamento y empezó a dar la cara a los medios de comunicación debido al mutismo del candidato presidencial Pedro Castillo.
Ante su exposición mediática, el escrutinio público encontró que la mujer que estaba a un paso de llegar a la vicepresidencia no había solicitado la licencia obligatoria a su puesto en Reniec y aun así, las autoridades electorales habían permitido su inscripción y candidatura.
Pero lo más controversial se conoció a pocas semanas de la segunda vuelta y era que Dina Boluarte compartía la titularidad de las cuentas bancarias del partido Perú Libre, justamente en las que se presume existirían millonarias operaciones dudosas en favor de Vladimir Cerrón, que ahora son investigadas por la Fiscalía en el caso denominado “Los Dinámicos del Centro”. Por este hecho, en la segunda vuelta a la moderada Dina Boluarte, sus adversarios dejaron de llamarla “Dina dinamita” y pasaron a decirle peyorativamente “Dina dinámica”.
El efecto teflón y la polarización de la campaña electoral no la afectó, ni como “Dina dinámica”, ni como “Dina dinamita”. Por el contrario, sus partidarios reconocían en ella a una mujer de carácter fuerte y convicciones férreas, y la defendían diciendo que estaba siendo objeto de ataques muy bajos por su condición de dama y su origen provinciano.
Una vez en el poder, Boluarte fue ministra de Estado en el gobierno de Pedro Castillo, siendo relevada del último gabinete a pedido de Betzy Chávez por celos y caprichos personales, más que por razones políticas o ideológicas. Es decir, fue desembarcada del gobierno sólo unos días antes del fallido golpe, no se retiró por razones principistas o por discrepancias políticas.
Asumida la presidencia, emergió una nueva Dina que no dudó en recostar su gobierno en todo aquello que había vilipendiado como candidata y ministra de Castillo, pero lo que es peor, rápidamente desapareció la mujer de carácter férreo y decidido para exhibir a una timorata y carente de liderazgo que estaba encontrando en los privilegios del poder, a la razón de su gobierno provocando que sus partidarios de antes se conviertan en sus detractores de hoy.
Sin embargo, en algo que todos coinciden es que la presidenta Boluarte se ha convertido en Dina viajera, la versión más frívola y políticamente improductiva que nos ha presentado hasta ahora, en desmedro de un país que cada día luce más caótico y con un gobierno más incapaz e ineficiente.
La presidenta parece estar pensando en viajar permanentemente para conocer el mundo con el dinero de todos los peruanos, demostrando que el gobierno del partido más a la izquierda del espectro político es tan o más frívolo que cualquier otro, mientras deja el país en manos de un Premier cuya seguridad apoyó el apagón en Matute para evitar ser atacado por los hinchas molestos por la derrota, así estamos.
*Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.
