LA COLUMNA DEL DÍA | Cerrón en cuenta regresiva
Creado el Lunes, 14 de Noviembre del 2022 09:24:12 am

Mientras la atención está concentrada en los dislates del presidente Castillo, hay un personaje que hace de las suyas desde el centro del poder político y que, a decir de muchos, se ha convertido en el portero más poderoso del país debido a su sagacidad para administrar su cuota de poder o cobrarle la deuda política al presidente, dependiendo de la perspectiva con que se miren los hechos.
Vladimir Cerrón se sacó la tinka electoral cuando Pedro Castillo fue electo presidente, y sí que tuvo una alta dosis de suerte, pues el profesor chotano nunca fue su primera opción, sino que anticipadamente buscó integrar a su partido en un frente de izquierda, proyecto político que fue truncado por el veto de Verónika Mendoza hacia Cerrón para que integre la plancha presidencial.
Con Perú Libre inscrito y habilitado para participar en las elecciones, Cerrón decidió buscar un candidato presidencial que garantizara pasar la valla electoral y mantener la inscripción vigente. Ricardo Belmont y Daniel Mora rechazaran su invitación y casi sobre la hora, el profesor Pedro Castillo aceptó la candidatura y a Cerrón como candidato a primer vicepresidente, a cambio de que los maestros de su facción separatista del Sutep sean incluidos como candidatos al congreso, como finalmente ocurrió y ahora son conocidos como la bancada magisterial.
Los sorpresivos resultados que encumbraron a Pedro Castillo fueron el resultado de una campaña electoral llena de recursos y logística en el sur del país. El que a criterio de Guido Bellido era un “sindicalista básico” resultó el candidato ideal para hacer de frases potentes como “no más pobres en un país rico”, el hilo conductual de una campaña en la que los “caviares” se estrellaban con la realidad que les impide crecer más allá de los distritos acomodados de Lima y todas las variantes de la derecha fraccionaban su votación entre los candidatos que quedaron en segundo, tercer y cuarto lugar.
La estrategia había funcionado, Castillo llegaba el gobierno y Cerrón quedaba listo para tomar el poder.
Con la victoria electoral, las cuitas judiciales de Cerrón fueron coincidentemente amenguando, y poco a poco su poder empezaba a asentarse dentro y fuera del gobierno. Cerrón ahora coloca a un impresentable en reemplazo de un indeseable como ministro de salud. Es tanto el poder que tiene, que ha logrado imponer a su abogado en la alta dirección del Minsa, que es notoriamente, no sólo su cuota de poder, sino un lugar estratégico para sus objetivos políticos, más allá del 2026.
Guido Bellido, ahora renunciante a Perú Libre, ha dicho alguna vez que admira la teoría de materialismo dialéctico del filósofo marxista Georges Politzer, que señala; el inicio de una etapa en la revolución es a la vez, el inicio de la cuenta regresiva que la llevará a su fin. Estoy seguro de que, cuando Cerrón era formado por los castristas en Cuba debió haber leído a Politzer, y siguiendo esa misma lógica, el 28 de julio del 2021 fue el inicio del gobierno de Perú Libre y a la vez, el inicio de la cuenta regresiva de su caída del poder.
Ahora el poder tras el trono se llama Vladimir Cerrón y afronta un pedido de 36 meses de prisión preventiva por parte de la fiscalía, evocando a Politzer, parece ser que, el momento del fin de su poder, ha llegado.
*Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.
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