LA COLUMNA DEL DÍA: buscando del cambio
Creado el Martes, 15 de Marzo del 2016 11:02:09 am | Modificado el 06/10/2021 01:28:19 pm
Estamos a menos de un mes de llevarse a cabo las elecciones a la Presidencia y al Congreso de la República y no podemos dejar de opinar respecto a este acontecimiento tan importante que atañe a millones de peruanos. Y es que, como es natural, elegir a nuestros representantes al Poder Ejecutivo y Legislativo es endosar parte de nuestro destino a personas que, a través de la gestión que realicen, influirán en el logro de nuestros objetivos.
Basta con recordar nuestra historia como país milenario, donde uno puede darse cuenta de lo bien que se administraba en los tiempos del incanato. Lógicamente que, así como en estos tiempos, también existían algunos males sociales endémicos como el robo, el asesinato, y otros excesos más que también cometían los gobernantes. Sin embargo, las leyes eran drásticas para castigar a aquellos que la infringían. Así también existía toda una organización político social digna de respeto. Como lo señala Roque Daniel Favale, en su paper “El imperio Inca”: “… resulta notable el hecho de que a pesar de haber contado con una extensión territorial y una población rara vez igualada en la historia por un único imperio, lograron a fuerza de organización y decisión política erradicar la pobreza, la miseria y la marginalidad, cosa raramente alcanzada a lo largo de la historia de la humanidad…”.
En tal sentido, necesitamos un nuevo modelo económico de desarrollo, un modelo auténticamente peruano, que lógicamente, esté integrado al mundo, pero que tenga en cuenta la diversidad de los recursos que tenemos y, por supuesto, con mucho respeto y cuidado al medio ambiente, los pueblos, a nuestro ecosistema. Ya pasaron los tiempos en que, a base de una explotación indiscriminada de nuestras riquezas naturales lográbamos un crecimiento económico que finalmente, no ha sido bien aprovechado. Ahora, debemos mirar el desarrollo de nuestro país, no sólo enfocado a lograr un crecimiento económico, sino también a un desarrollo biológico, político y cultural.
Me explico, como producto del crecimiento económico, expresado en la mejora de indicadores económicos como el PBI, el ingreso percápita, balanza de pagos, entre otros, también se debe mejorar los niveles de vida de la población, expresada en una mejor educación, mejores servicios de salud, salubridad, sanidad, etc. Así también, es importante que se generen proyectos de desarrollo local, provincial, regional o nacional que permitan una estabilidad política y social y as u vez se genere un desarrollo en la ciencia y la tecnología.
Todo proceso de desarrollo debe ser integral, armónico y sostenido. Integral que comprenda a todos los habitantes de nuestro país, sin excepción, que prevalezca el bien común. Así también, que sea armónico en la medida que todo proceso de desarrollo no incida negativamente en las condiciones medioambientales de los pueblos y, que sea sostenido, es decir que el proceso de desarrollo sea constante en el tiempo.
Es por eso, el interés de hacerle notar a los electores que hay una necesidad de cambio, de elegir a representantes con ideas innovadoras, con un sentido común de ayuda al prójimo pero no con un mero asistencialismo, sino que ayudemos a desarrollar sus capacidades, sus habilidades, sus competencias.
Finalmente, votemos por programas o planes de gobierno, no por caudillos o por aparentes líderes que prometen y son conscientes que no lo van a cumplir, sobre todo si sus pasados los delatan. Considero que, para lograr ese cambio, es necesario que haya cambios en nuestra Constitución.
Felipe Llenque Tume*
Pastdecano del Colegio de Licenciados en Administración (CORLAD Chimbote).
Foto: Andina
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