Waldo Ríos Salcedo y su cruz: la corrupción
Creado el Jueves, 29 de Septiembre del 2016 01:39:36 pm
El gobernador regional de Áncash, Waldo Ríos Salcedo, saldrá de prisión el 27 de setiembre de 2021, el mismo día en que cumpla 66 años de edad. Desde ayer y hasta ese día permanecerá preso en el centro penitenciario de Huaraz, donde purgará 5 años de prisión tras ser condenado por la justicia, por segunda vez, por corrupción.
Custodiado por efectivos de la policía, la tarde de ayer Ríos Salcedo fue trasladado a bordo de una ambulancia e ingresado al penal recostado sobre una camilla y cubierto de pies a cabeza con una manta. En ese breve trayecto entre la calle y la puerta de ingreso a la cárcel, algunos seguidores de la autoridad regional le daban ánimos diciéndole “¡Fuerza, Waldo!”.
Un par de horas antes había sufrido una descompensación, por lo que desde la carceleta judicial fue trasladado en una ambulancia al Hospital “Víctor Ramos Guardia” para el chequeo correspondiente. En el nosocomio, la médico Jovita Villanueva determinó que su estado de salud era estable, tras lo cual la policía cumplió con llevarlo a la cárcel.
TROPEZÓ DE NUEVO Y CON LA MISMA PIEDRA
Waldo Enrique Ríos Salcedo, natural de Huaraz, donde nació el 27 de setiembre de 1955, no presagiaba su condena y precisamente ayer, luego de festejar el martes su cumpleaños número 61 con sus familiares, amigos y allegados, se presentó tranquilamente a la audiencia de alegatos finales, sin imaginar el desenlace.
La Sala Penal Liquidadora Permanente de la Corte Superior de Justicia de Áncash decidió dictar sentencia inmediatamente y lo declaró culpable del delito contra la administración pública en la modalidad de colusión desleal en agravio de la Municipalidad Provincial de Huaraz, de la cual fue alcalde en 1999, y le impuso 5 años de prisión efectiva.
También fueron condenados sus exfuncionarios Rafael Eduardo Suito Saco Vértiz y Rosario Félix Rondán Palma, así como el empresario Joaquín Santiago Romero, aunque este último no asistió, por lo que se dictó orden de captura.
El Tribunal, además, fijó en 8 mil soles el monto de la reparación civil que los condenados deberán abonar de manera solidaria a favor de la entidad agraviada. Asimismo, todos quedaron inhabilitados para ejercer mandato, cargo, empleo o comisión de carácter público por el plazo de 3 años.
Los hechos materia de la condena ocurrieron hace 17 años. El caso, signado con el N° 378–2001, está referido actos de corrupción en la ejecución de obras de electrificación en el Parque Perú, la berma central de la avenida Raimondi y las plazuelas de los caseríos de San Nicolás, Huamarín, Villa Progreso y del centro poblado menor de Coyllur, ubicados en Huaraz.
Según la fiscalía, en 1999 el entonces alcalde Waldo Ríos decidió ejecutar de manera irregular hasta siete obras de electrificación con la única finalidad de obtener el respaldo popular que le permitiese alzarse como congresista al año siguiente, para lo cual no dudó en realizar contrataciones de manera irregular y saltarse normas de la Ley de Contrataciones del Estado.
La acusación inicial de la fiscalía era por cuatro delitos: malversación de fondos, falsificación de documentos, peculado y colusión desleal, y pedía 15 años de prisión. Los dos primeros delitos prescribieron, pero quedaron pendientes las acusaciones por peculado y colusión desleal. Ayer los magistrados de la Sala absolvieron a todos los procesados del delito de peculado, pero los terminaron condenando a 5 años de prisión por colusión desleal.
En el año 2005 por este mismo caso un juzgado de la Corte de Huaraz había absuelto a Waldo Ríos y sus coprocesados, pero un pedido de nulidad presentado por la Fiscalía Superior motivó que en el 2007 la Sala Penal Transitoria dejara sin efecto la absolución y ordenara un nuevo juicio.
Este es uno de los tres juicios que Waldo Ríos tenía pendientes producto de su desempeño como alcalde de Huaraz. En recientes declaraciones al programa “Cuarto Poder”, él mismo dijo que en total tuvo 37 juicios, de los cuales ha salido airoso en casi todos, menos en uno, el de ayer, y le quedan dos más. Adicionalmente, tiene 169 investigaciones abiertas en la fiscalía por su función como gobernador regional de Áncash.
SU PRIMERA VEZ: POR TRÁNSFUGA
Waldo Ríos condujo la Municipalidad Provincial de Huaraz en el año 1999 y el primer trimestre del 2000, pues ese año se lanzó como candidato al Congreso de la República por el Frente Independiente Moralizador de Fernando Olivera, y ganó.
Poco tiempo después, sin embargo, se convirtió en uno de los famosos congresistas tránsfugas captados por el fujimorismo a cambio de 10 mil dólares que le entregó Vladimiro Montesinos, lo que años después le costaría su primera condena por corrupción: cuatro años de pena privativa de libertad suspendida por los delitos de cohecho pasivo y receptación, tres años de inhabilitación para ejercer cargo público y el pago solidario de 1 millón de soles de reparación civil, que al final terminó cancelando él solo porque otros congresistas condenados no lo hicieron. El pago de un millón de soles lo efectuó para poder asumir la gobernación regional de Áncash el año pasado luego de ganar las elecciones regionales gracias a que ofreció regalar 500 soles mensuales a cada familia de Áncash. Por el millón de soles de la reparación civil es investigado por presunto lavado de activos junto con los empresarios que supuestamente le donaron ese monto.
CON ENRIQUE VARGAS NO NOS PUEDE IR PEOR... ¿O SÍ?
Su reemplazante en el cargo será el vice gobernador regional Enrique Vargas Barrenechea, de 36 años de edad. No tiene estudios superiores, pero él asegura ser cheff, con estudios en un instituto de Chile. Por lo menos así lo consignó en su hoja de vida. Sin embargo, el instituto donde supuestamente estudió al parecer nunca existió y por eso es investigado por la fiscalía por el presunto delito contra la fe pública.
Vargas Barrenechea condujo el Gobierno Regional de Áncash durante los primeros cinco meses del año pasado, mientras Waldo Ríos buscaba dinero para pagar la millonaria reparación civil que adeudaba al Estado.
Waldo Ríos heredó de su antecesor César Álvarez un tremendo pasivo: decenas de obras paralizadas y abandonadas y un déficit presupuestal de aproximadamente 500 millones de soles. Más allá de lo estrafalario y pintoresco que resulta como personaje, su gestión se ha caracterizado por su ineficiencia: una sencilla revisión del portal de transparencia económica del MEF permite constatar que el GRA está último en ejecución presupuestal. Del presupuesto de 200 millones de soles para gastos de inversión de este año, en nueve meses solo ha invertido hasta la fecha 27 millones de soles, es decir el 14.8 %. El Gobierno Regional del Callao, por ejemplo, a estas alturas del año registra un avance presupuestal del 68 % de su dinero para inversiones.
La gestión regional ha carecido de estabilidad por responsabilidad del propio gobernador, quien designaba como funcionarios a personas que no reunían el perfil profesional requerido y terminaba cambiándolos con cierta frecuencia, sobre todo en sectores importantes como Educación y Salud.
En Áncash no hay grandes proyectos a la vista. La modernización del terminal portuario de Chimbote y la ejecución del proyecto agroindustrial Chinecas siguen en compás de espera. Chinecas ve cómo se desarrolla Chavimochic, y ve también cómo sus tierras son invadidas por miles de personas, muchas de ellas traficantes de terrenos. Lo peor de todo es que hace poco, con el aval de Waldo Ríos, el Consejo Regional de Áncash aprobó la transferencia a la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales de 1.040 hectáreas de tierras invadidas en Nuevo Chimbote y Casma con la finalidad de que posteriormente esas tierras sean solicitadas por las municipalidades provinciales del Santa y de Casma para formalizar a los invasores.
¿Ahora con Waldo Ríos en prisión, qué le espera a Áncash en los próximos dos años y tres meses con su reemplazante Enrique Vargas? (WC – RSD Noticias).
Foto: El Comercio