OPINIÓN. A propósito de la pluma y el grabador
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:33:52 pm
Los hechos recientes, y no tanto, ameritan sentarnos al balcón, decolorar el arcoíris hasta poder ver en blanco y negro la realidad para evitar creer en la olla de oro al final como ilusión permanente.
Hoy políticos, funcionarios y otros hombres y mujeres con cargo no dejarán de hacer llegar sus presentes a los hombres y mujeres que ejercen la labor periodística, sea con sinceridad o por complacer el ego de quienes buscan la noticia.
He visto “selfies” de reporteros con funcionarios y políticos, publicados como si existiera una amistad de años, una confianza inquebrantable y un aprecio mutuo que ni la corrupción de uno desbarataría la quimera del otro. Cuidado, es como caminar por la cornisa sin saber el porqué, o solo por deleitarse en la suave brisa del “poder” que emana de tormentas por venir.
Sucedió con Álvarez en nuestra región, periodistas que se acercaron al “todopoderoso” de Áncash y se sometieron a su sombra, haciendo de la ética, práctica que decían defender, una miseria incómoda para ellos mismos. Hay que mirar la historia reciente, es peligroso el binomio periodista-político, luego es difícil desvincularse y criticar a un “amigo” por algún acto que tenga que ver con un delito en la función pública; se ha visto en algunos periodistas amigos de la recientemente sentenciada alcaldesa que hacen mutis por la cercanía que se había fundido entre ellos.
A celebrar sí, pero hay que acompañar con reflexión. El periodismo es un oficio, y profesión, tan delicado como ejercer de cirujano de la sociedad: se tiene una gran responsabilidad. Salvo mejor parecer.
¡Feliz día del periodista!
Yván Garcés Castro
Comunicador social
Foto: Internet