Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:33:52 pm

Chinecas no solo ha sido usado como parte de la campaña de Toledo, Alan, Ollanta, Álvarez y Waldo Ríos, sino también por los dirigentes de frentes de defensa que se deben dar cuenta, aunque dudo que no sepan, de que el principal problema es legal: la mitad de los terrenos está en manos de posesionarios e invasores avalados por quienes debieron y están obligados a dar viabilidad a una necesidad de desarrollo socioeconómico en nuestra región.

Con Barúa o sin él, Chinecas no es visto más que como una “caja chica” para quienes ocupan la Gobernación, una forma de pagar “políticamente” favores a los militantes que estuvieron en la campaña y, además, desviar los fondos en inversiones que no se ejecutan.

¿Cuánto realmente se ha invertido en Chinecas? Poco, casi nada. La limpieza de canales o la reparación de los mismos no son propiamente modificaciones o innovaciones, son gastos que se hacen para demostrar que se hace nada.

El río Santa, del cual se alimentaría el proyecto irrigador, va a ver disminuido su caudal en los próximos años, por lo cual Chinecas terminaría siendo Chine, o menos que eso. Sin pesca ni producción de acero, actividades que sostenían a nuestro puerto, debemos buscar otras formas de dinamizar la economía, sobre todo en la zona costa de Áncash, porque Chinecas no va. Salvo mejor parecer.

Yván Garcés Castro

Comunicador social

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