OPINIÓN. Anchoveta: el descontrol en las balanzas es otro tipo de depredación
Creado el Jueves, 1 de Noviembre del 2012 12:43:28 am
Esta irregular situación explica el paso de cinco viceministros de Pesquería y de tres ministros de la Producción en solo un año y tres meses. Ha quedado además en evidencia que en el sector no prevalece el criterio técnico ni el principio de razonabilidad que debiera asumir el Estado, sino simplemente son tomados en cuenta los intereses de grupo, y ese parece ser el único sostén lógico de las polémicas normas dictadas últimamente.
La gota que ha rebalsado el vaso ha sido la falta de firmeza de la titular del sector para dictar las adecuadas medidas complementarias que precisaba el Decreto Supremo 005-2012-PRODUCE, que hubiera permitido ordenar a una flota que llega al millar de embarcaciones y que depreda dentro de las 5 primeras millas marinas para destinar su pesca a la harina de pescado, bajo una serie de artificios legales y acciones concertadas con corruptas autoridades regionales. Ejemplo concreto: Direpro Áncash.
La falta de control sobre esta flota ha permitido que se sobredimensione y cause serias mermas en la biomasa de anchoveta, con mucha más razón si se le suma la actitud permisible del Estado tratando por todos los medios de legalizar su permanencia en las primeras 5 millas marinas, que quedó demostrada con la Resolución Ministerial 433-2012 PRODUCE, que les proporcionó una franja entre las millas tres y cinco, y en la cual podrán pescar todo el año hasta por un lapso de tres años, bajo la firma de un convenio de adecuación que serán manejados por los gobiernos regionales.
La baja cuota asignada para esta segunda temporada de pesca obedece seguramente a este desorden y a sus resultados depredadores que producirá su presencia en las 5 primeras millas y que han sido tomados muy en cuenta por el Produce. Otras cuotas que habrían sido tomadas en cuenta serían las que pertenecen a otros agentes depredadores de este recurso, como son las embarcaciones con medidas cautelares, que realizan sus actividades de pesca en volúmenes y tiempo indeterminados, y la cuota que necesita la naturaleza para la sobrevivencia de las demás especies, entendiendo que la anchoveta es el principal eslabón en la cadena alimenticia en el ecosistema marino y el no disponer de esta cuota significaría simplemente la extinción de muchas de ellas por inanición.
Los pescadores industriales, con acertado criterio, vienen señalando que uno de los principales tipos de depredación que el Estado no está tomando en cuenta y que debe combatir de manera urgente es el robo escandaloso de la pesca en las balanzas, que fue denunciado el año pasado por IDL-Reporteros en el sentido de que hay serias discrepancias entre el peso que se declara y el peso descargado, y que llega al 30%. Es decir, en los 6 millones de toneladas que se pescaron el año pasado, cerca de 2 millones le fueron arrebatados a los pescadores en sus remuneraciones, de tal manera que de cada 1.000 nuevos soles que les correspondía cobrar, solamente recibieron 700. Mezcla dañina: robo al pescador y al mismo Estado peruano, y depredación de 2 millones de toneladas de anchoveta que “desaparecen”.
La depredación del recurso anchoveta no solamente se evita asignando bajas cuotas, sino también ejerciendo un estricto control en las descargas. El año pasado la viceministra de ese entonces, Rocío Barrios, prometió que el Estado iba a asumir dicha fiscalización. Ese compromiso tiene que ser cumplido.
César Córdova Ponce
Director de la revista “La Voz del Pescador”