LA COLUMNA DEL DÍA. De shows, matanzas y otras miserias en mi Perú
Creado el Sábado, 26 de Octubre del 2013 02:06:31 am
Rememoraba, también, esas otras escenas “en plena búsqueda-persecución” a Vladimiro Montesinos; en aquella ocasión, como recordará usted, amigo lector, el sátrapa iba colgado del estribo de una camioneta 4x4, dizque dirigiendo el cinematográfico operativo. Más tarde se corroboró, ya con pruebas, que lo que se buscaba era realmente videos comprometedores que el asesor del tirano pudiera tener. ¿Se preguntó usted por qué jamás se encontró videos comprometedores del dictador, como sí lo hay de gran cantidad de personajes mediáticos de la política, deportes y farándula peruana?, ¿simple coincidencia?, ¿tan inocente es el señor ese?
Pero, otro show mediático lo dio en abril del 2010 (“Del fujishok al fujishow” en http://biblioteca.uns.edu.pe/saladocentes/us_lista_publicaciones_de_docente.asp?idd=83&tipo=LP&page=12), momento aquel en que hizo (con la permisibilidad de jueces algo blandos) otro de sus shows mediáticos, queriendo impresionar, no sólo a jueces, sino a una población entera donde existe un importante sector capturado mentalmente por este personaje condenado por delitos de lesa humanidad, es decir, POR CARECER DE ESCRÚPULOS PARA ORDENAR UN CONDENADO GENOCIDIO. Hoy, protagoniza otro show, saliendo en pijama y con el cabello revoloteado, sin bañarse siquiera, para presentarse ajado, dando lástima para ¿presionar? A las autoridades a fin de que le otorguen un ilegal arresto domiciliario. Condenable maniobra.
Pero, el día anterior al de su último show, en Nueva Esperanza de Mazángaro (selvas de Junín), se sufrió un atroz y salvaje bombardeo a población civil; nos hizo retrotraernos al pasado fujimontesinista. Esta vez han sido unos dos muertos y una docena de heridos, más 36 casas destruidas. Nos hizo estremecer esta demencial acción militar, imaginábamos un retorno a las prácticas que generaron una espiral de violencia que mantuvo en vilo al país durante tres lustros.
Todo esto es una breve muestra de la miseria humana que no escatima métodos, por muy vedados que estos sean, para conseguir los más protervos y condenables resultados. Queda en la ciudadanía peruana el difundir, recordar y evitar que se siga haciendo daño a nuestro país, ahora que las libertades se sienten algo más que durante el tristemente célebre decenio fujimontesinista.
José Cedeño León
Docente Principal de la Universidad Nacional Intercultural de la Amazonía
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