Creado el Martes, 17 de Abril del 2012 02:11:09 pm

Sicarios atentaron en julio de 2010 contra la vida del exconsejero regional Ezequiel Nolasco, pero terminaron matando a su hijo político. Sicarios asesinaron en setiembre del año pasado al periodista de Casma, Pedro Flores Silva. Un sicario le arrancó la vida en marzo de este año al exalcalde de Huarmey, Pedro Tapia Marcelo.

Sicarios mataron en noviembre del año pasado, de 9 balazos, a un obrero en la puerta de su casa. Sicarios dieron muerte, un mes después, al ingeniero Andrés Yasir Villa Ambrosio, de 26 años. Sicarios mataron a dos e hirieron a dos más en marzo de este año en Nuevo Chimbote. Y la lista de crímenes continúa.

Autoridades, profesionales, periodistas, fiscales, ciudadanos de a pie. Hoy cualquiera es, en Chimbote, presa fácil de los sicarios. Y no pasa nada. Hay una situación de impunidad tal que alarma. Pero la indiferencia frente a ello es todavía más grande. Pasa también frente a la corrupción. Duele decirlo, pero Chimbote se está convirtiendo en tierra de nadie (o quizá ya lo es). Acá la ley no se respeta y las autoridades competentes tampoco la hacen respetar.

Los representantes de la Fiscalía y de la Corte Superior del Distrito Judicial del Santa se han pronunciado de manera enérgica contra el crimen del fiscal Sánchez Colona. Es lo mínimo que se podía esperar. Sin embargo, lo hacen porque, lamentablemente, esta vez la víctima es uno de sus miembros. Jamás se pronunciaron con la misma energía frente a la sarta de crímenes similares ocurridos en los últimos tiempos y que tuvieron como víctimas a ciudadanos de a pie.

Esperamos que la muerte de este joven magistrado del Ministerio Público, con toda una vida por delante, sirva para encarar el problema de una buena vez. Aguardamos que las autoridades en su conjunto por fin decidan realizar un trabajo coordinado para recuperar la seguridad en las calles, si es que alguna vez la hubo.

Por enésima vez volvemos a reclamarle al alcalde provincial del Santa, Luis Arroyo Rojas, que, en su calidad de presidente del Comité Provincial de Seguridad Ciudadana (Coprosec), asuma el liderazgo al que está obligado por el tamaño de su cargo para enfrentar este problema de inseguridad grave que no permite vivir en paz a los vecinos. Es particularmente paradójico que se lo tengamos que pedir a él, una autoridad sobre la cual recae una grave sindicación de la autoría intelectual de un crimen perpetrado por sicarios. Y es paradójico también que el sistema de justicia que acaba de perder a uno de sus miembros lo esté procesando de una manera tan lenta como sospechosa.

¿La sangre del fiscal Luis Sánchez Colona, derramada por delincuentes a sueldo, habrá sido en vano, tal como la de las víctimas anteriores de estos criminales que se están apoderando de Chimbote frente a nuestros ojos? Ojalá que no. Las autoridades tienen la palabra.

Radio Santo Domingo

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