Creado el Lunes, 9 de Enero del 2012 10:44:07 pm

Muchas familias tuvieron que dormir a la intemperie, se echaron encima de esteras, frazadas y hasta utilizaron un catre calcinado o un vehículo quemado para pasar la noche con sus hijos. Un panorama bastante desolador se apreció en el lugar de la tragedia.

Rosa Risco Rodríguez durmió sentada sobre ladrillos, mientras que sobre una estera pasaron la noche sus hijos con sus nietos. “No había a dónde ir, las carpas se llenaron de gente, por eso decidimos quedarnos en medio de los escombros”, señaló.

Otro damnificado de nombre Gabriel Blas Pérez no solo perdió su rancho, sino también un vehículo viejito que utilizaba para salir a trabajar como chofer de colectivos. El automóvil terminó calcinado y convertido en el dormitorio de sus hijos.

“Nadie se acuerda de nosotros, las autoridades solo llegan cuando están en campaña. Hace cinco años luchamos porque nos formalicen para nadie nos hace caso, han esperado que transcurra tanto tiempo para después de la tragedia nos ayuden”, indicó. (Sistema Informativo RSD)

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