Creado el Lunes, 23 de Mayo del 2011 05:10:51 pm

Álvarez Aguilar señaló que los periodistas le pueden preguntar todo lo que quieran en la plaza de armas, pero advirtió que no permitirá que fotografíen o filmen su casa para no exponer a que sus hijos sufran algún atentado de los delincuentes que pudieran observar el material publicado.

Sin embargo, los argumentos del titular ancashino difieren radicalmente de los hechos. La agresión al periodista –que había llegado para reportar un reclamo vecinal frente a la casa del presidente– ocurrió el sábado en la mañana en la vía pública y en las fotografías publicadas por el periódico no aparecen los hijos de Álvarez o cualquier otro pariente suyo, y tampoco se exponen detalles de su vivienda como para presumir de una presunta “violación de la intimidad”. Sin embargo, ordenó que sus agentes de seguridad personal lo echaran: uno lo empujó violentamente, otro le arrojó arena, y luego un grupo de comandos lo persiguió a la carrera con ánimo de agredirlo físicamente.

Al ser cuestionado ayer por los periodistas en la Plaza Mayor de Nuevo Chimbote por su actitud, y ante la falta de argumentos, el mandatario ancashino perdió la paciencia y, con desdén, pretendió burlarse de ellos preguntándoles a cada uno cuánto dinero ganaban y si figuraban en las planillas de sus respectivas empresas periodísticas.

Álvarez se dirigió a los reporteros como “muchachitos” y les dijo que solo siguen órdenes de sus jefes –los dueños de los medios de comunicación– y no se daban cuenta que son utilizados por estos.

Luego los integrantes de la “portátil” que le acompañaba –conformada por invasores de terrenos en el distrito sureño– se arremolinaron en torno a los reporteros para intimidarlos y los insultaron acusándolos de “vendidos”. (Sistema Informativo RSD).

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