Sabías que?
Creado el Jueves, 29 de Septiembre del 2016 12:24:10 am
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL
AMORIS LÆTITIA DEL SANTO PADRE FRANCISCO
Amor de madre y de padre
172. « Los niños, apenas nacidos, comienzan a recibir como don, junto a la comida y los cuidados, la confirmación de las cualidades espirituales del amor. Los actos de amor pasan a través del don del nombre personal, el lenguaje compartido, las intenciones de las miradas, las iluminaciones de las sonrisas. Aprenden así que la belleza del vínculo entre los seres humanos apunta a nuestra alma, busca nuestra libertad, acepta la diversidad del otro, lo reconoce y lo respeta como interlocutor […] y esto es amor, que trae una chispa del amor de Dios ».187 Todo niño tiene derecho a recibir el amor de una madre y de un padre, ambos necesarios para su maduración íntegra y armoniosa. Como dijeron los Obispos de Australia, ambos « contribuyen, cada uno de una manera distinta, a la crianza de un niño. Res- petar la dignidad de un niño significa afirmar su necesidad y derecho natural a una madre y a un padre ».188 No se trata sólo del amor del padre y de la madre por separado, sino también del amor entre ellos, percibido como fuente de la propia existencia, como nido que acoge y como fundamento de la familia. De otro modo, el hijo parece reducirse a una posesión caprichosa. Ambos, varón y mujer, padre y madre, son « cooperadores del amor de Dios Creador y en cierta manera sus intérpretes ».189 Muestran a sus hijos el rostro materno y el rostro paterno del Señor. Además, ellos juntos enseñan el valor de la reciprocidad, del encuentro entre diferentes, donde cada uno aporta su propia identidad y sabe también recibir del otro. Si por alguna razón inevitable falta uno de los dos, es importante buscar algún modo de compensarlo, para favorecer la adecuada madu- ración del hijo.