Informe de la semana: La semilla que da frutos
Creado el Viernes, 15 de Junio del 2018 08:14:35 am | Modificado el 11/10/2021 04:39:33 pm
La vida es un misterio que se mantiene desde su origen hasta exhalar el último aliento, igual que la fe que se deposita en los corazones y que crece inexplicablemente (sin morir en el tiempo), pero que depende de la atención que se pone en ella y de la constancia del ser humano en encontrar a Dios en cada detalle de la existencia. La vida y la fe son como semillas destinadas a dar abundantes frutos.
Jesús no dice exactamente qué es el Reino de Dios, pero sí resalta los valores de la sencillez y servicio en él: el Reino “es como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña de las semillas; pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos”, cita San Marcos.
El mundo es el gran campo de Dios y los corazones son los terrenos sobre los que se depositan los semillas; valores de la vida y la fe. Lógicamente, “el ser humano también crece, tiene aspiraciones, sueños y da frutos”, explica el sacerdote Eduardo Pimentel Carranza.
Dios siempre encuentra la manera de comunicarse con el ser humano. ¿Quién no ha visto una planta? Probablemente no haya preguntas sobre cómo nace o cómo crece, pero sí disfrutamos de los frutos o de la sombra de los árboles durante el verano. Así pues, Jesús nos pide crecer en humildad, porque el Reino de Dios es como una semilla minúscula, pero que en el silencio hace mucho por quienes lo rodean.
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