Exhortan a los peruanos “a no dejarse llevar por ‘voces’ que alientan la xenofobia, discriminación y el miedo”

La Conferencia Episcopal Peruana llamó a la fraternidad y solidaridad para con los refugiados que buscan una oportunidad de empezar de nuevo: “el mundo de los migrantes y refugiados es un poco como una cruz, una cruz de la humanidad, y la cruz es tanta gente que sufre...", se lee en la carta firmada por el Presidente de la CEP y del CELAM, monseñor  Miguel Cabrejos Vidarte y por el responsable de la Pastoral de Movilidad Humana, monseñor Daniel Turley.

La CEP reconoce que falta reflexionar sobre este tema actual y crítico: los refugiados. “Son personas que huyen de conflictos y persecuciones, ellas se encuentran protegidas por el derecho internacional, por su particular condición de vulnerabilidad, y no deben ser expulsadas o devueltas a situaciones en las que sus vidas y sus libertades corran riesgo”, continúa.

Según las estadísticas de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), hay alrededor de 25,4 millones de personas refugiadas, de las cuales 3,1 millones son solicitantes de refugio. “Nuestro país, desde hace muchos años, protege a personas con estas características, otorgándoles la condición de refugiados; actualmente contamos con solicitantes y refugiados de diversas nacionalidades, entre ellos, venezolanos, cubanos, colombianos, palestinos, sirios, bengalíes, esrilanqueses y de diversos países africanos”.

Al drama de abandonar sus hogares, su familia y su país, los refugiados e inmigrantes se enfrentan a otros problemas sociales. “Las personas que necesitan refugio están expuestas a múltiples situaciones como asaltos, trata de personas, tráfico de migrantes, estafas y otras violaciones a sus derechos humanos; por esto, la Iglesia Católica peruana frente a este desafío ha prestado especial atención dando asistencia y protección a estas personas… para hacer frente a la ‘globalización de la indiferencia’ ”.

En el Día Mundial del Refugiado, celebrado cada 20 de junio, la Conferencia Episcopal Peruana, animó a los diversos Estados de la región “a fortalecer los mecanismos para el acceso al refugio y aplicar una definición de refugiado adecuada, que garantice plenamente los derechos de las personas en movilidad, en especial de los refugiados", concluye la misiva. (LL – Iglesia en marcha).

Fuente: Religión digital