Agroecología: un ejemplo de desarrollo sostenible en medio de la pobreza
Creado el Jueves, 15 de Agosto del 2019 07:16:01 pm | Modificado el 17/07/2022 05:57:25 pm
Sin duda las mejores lecciones de desarrollo y superación surgen en la necesidad, en la dificultad y en medio de la nada. Así es como se encuentran nuevas formas para superar la pobreza y la postergación, como demuestra la Escuela de Agricultura Familiar de Jaboticaba, en Quixabeira, ciudad del estado brasileño de Bahía, fundada en 1994 por el sacerdote jesuita Xavier Nichele
En muchos estados de Brasil es común encontrarse con zonas semiáridas, por lo que el religioso italiano Xavier Nichele, tras su llegada a Bahía hace cincuenta años, se ha dedicado a mejorar las condiciones de vida de los habitantes del sertão, ofreciendo apoyo escolar adecuado y completo a los niños más necesitados y de la calle, implementando la agroecología como herramienta de desarrollo sostenible y de armonía con el ecosistema circundante.
"La escuela familiar nació del grito de dolor de una mujer, una niña campesina que no veía futuro para la juventud local. Así que, golpeados en el corazón, junto con nuestros hermanos jesuitas decidimos hacer algo por la gente y nació esta maravillosa realidad", cuenta el padre Xavier.
La actividad del instituto consiste en alternar en los estudiantes la experiencia, el valor de la familia y la comunidad, que participan activamente en las decisiones relativas a la gestión y la enseñanza en la escuela. Dentro del complejo se han creado una huerta, un vivero con casi veinte mil plantas y una granja de animales. “Los niños y las niñas aprenden a vivir juntos cultivando la tierra y produciendo alimentos", explica el sacerdote.
En el país vecino, la "pedagogía de la alternancia" se aplica desde 1969 en el estado de Espírito Santo, donde se construyeron las tres primeras escuelas familiares rurales, un modelo educativo poco considerado en el ámbito académico brasileño, a pesar su eficacia. "La educación sigue siendo un gran punto de referencia para toda nuestra comunidad y sigue siendo objeto de reflexión”, observa el sacerdote Nichele. (LL – Iglesia en marcha).
Fuente: Vatican News