EDITORIAL SODOMCO: Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales
Creado el Miércoles, 31 de Mayo del 2017 08:58:42 am | Modificado el 06/10/2021 01:31:17 pm
Un saludo especial a todos los comunicadores de esperanza y confianza en nuestros tiempos. Desde hace 51 años, en la solemnidad de a Ascensión del Señor se celebra la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales para la cual el papa escribe una carta.
Este año, la titula: «No temas, que yo estoy contigo» (Is 43,5); Comunicar esperanza y confianza en nuestros tiempos. Rescata la imagen de la mente humana como una piedra de molino que, movida por el agua, no se puede detener. Sin embargo, un comunicador, que se encarga del molino, puede decidir si muele trigo o cizaña. En este sentido el papa motiva a los comunicadores que “muelen” cada día mucha información a ofrecer un pan tierno y bueno que alimenta a sus públicos.
Es necesario apuntar a un estilo comunicativo abierto y creativo, que no dé todo el protagonismo al mal, sino que trate sobre las posibles soluciones, favoreciendo una actitud activa y responsable en las personas a las cuales va dirigida la noticia.
La buena noticia se encarnada en la historia que espera ser narrada mediante la elección de una clave interpretativa que sepa seleccionar los datos más importantes y mirar con “lentes” adecuados para no alterar la realidad.
Un comunicador cristiano tiene como base las palabras de Dios Padre: “No temas, que yo estoy contigo” (Is 43,5): es la palabra consoladora de un Dios que se implica desde siempre en la historia de su pueblo. Con esta promesa: «estoy contigo», Dios asume, en su hijo amado, toda nuestra debilidad hasta morir como nosotros. En él también las tinieblas y la muerte se hacen lugar de comunión con la luz y la vida. Precisamente aquí, en el lugar donde la vida experimenta la amargura del fracaso, nace una esperanza al alcance de todos. Se trata de una esperanza que no defrauda ―porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones (cf. Rm 5,5)― y que hace que la vida nueva brote como la planta que crece de semilla enterrada. Bajo esta luz, cada nuevo drama que sucede en la historia del mundo se convierte también en el escenario para una posible buena noticia, desde el momento en que el amor logra encontrar siempre el camino de la proximidad y suscita corazones capaces de conmoverse, rostros capaces de no desmoronarse, manos listas para construir”.
Jesús invita a los comunicadores cristianos a ponerse las gafas, las palabras, las imágenes adecuadas para evitar que la cizaña robe la alegría del reino. Ante la corrupción y la desesperación actuales, el comunicador tiene la confianza del agricultor que “Como un hombre que echa el grano en la tierra; duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece” (Mc 4,26-27).
“La esperanza es la más humilde de las virtudes, porque permanece escondida en los pliegues de la vida, pero es similar a la levadura que hace fermentar toda la masa. Nosotros la alimentamos leyendo de nuevo la Buena Nueva, ese evangelio que ha sido muchas veces «reeditado» en las vidas de los santos, hombres y mujeres convertidos en iconos del amor de Dios. También hoy el Espíritu siembra en todos los comunicadores el deseo del reino, a través de muchos «canales» vivientes, a través de las personas que se dejan conducir por la Buena Nueva en medio del drama de la historia, y son como faros en la oscuridad de este mundo, que iluminan el camino y abren nuevos senderos de confianza y esperanza”.
*P. Javier Abanto Silva O.P. promotor de Medios de Comunicación de la Provincia y director de Radio Santa Rosa.
Foto: Radio Vaticana