EDITORIAL SODOMCO | El trabajo: un imperativo cristiano
Creado el Jueves, 4 de Mayo del 2017 09:16:34 am | Modificado el 06/10/2021 01:31:09 pm
El trabajo es un derecho fundamental y un bien para el hombre; un bien útil, digno de él, porque es idóneo para expresar y acrecentar la dignidad humana.
Cada ser humano tiene la tarea de cultivar y custodiar la tierra, esa es la invitación del mismo Dios creador (cf. Gn 1,28). Estos bienes no son creados por el hombre sino que son recibidos como un don precioso como un bien en sí mismo. El hombre es su gran administrador. Es más, el asombro de Dios ante la grandeza del hombre hace exclamar: “¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, el hijo de Adán, para que de él te cuides? Apenas inferior a un dios le hiciste, coronándole de gloria y de esplendor; le hiciste señor de las obras de tus manos, todo fue puesto por ti bajo sus pies” (Sal 8,5-7).
Entonces, el trabajo pertenece a la condición originaria del hombre, es fuente de riqueza para una vida decorosa. La pobreza es el producto de la injusticia social.
La dignidad del trabajo fue asumida también por el mismo Hijo de Dios, junto al banco del carpintero, en el taller de José (cf. Mt 13,55; Mc 6,3; Lc 2,51). Jesús condena el comportamiento del siervo perezoso, que esconde bajo tierra el talento (cf. Mt 25,14-30) y alaba al siervo fiel y prudente a quien el patrón encuentra realizando las tareas que se le han confiado (cf. Mt 24,46). Él describe su misma misión como un trabajar: « Mi Padre trabaja siempre, y yo también trabajo » (Jn 5,17); y a sus discípulos como obreros en la mies del Señor, que representa a la humanidad por evangelizar (cf. Mt 9,37-38). Para estos obreros vale el principio general según el cual «el obrero tiene derecho a su salario » (Lc 10,7).
Jesús, en su predicación va prevenirles del peligro de un trabajo absorbente. La preocupación por el ser más que por el hacer, ganar el mundo entero no es el objetivo de su vida (cf. Mc 8,36). Los tesoros de la tierra se consumen, mientras los del cielo son imperecederos (cf. Mt 6,19-21), que no descuide el Reino de Dios y su justicia (cf. Mt 6,33), del que tiene verdadera necesidad (cf. Lc 10,40-42).
Así pues, e trabajo puede ser considerado como un medio de santificación y una animación de las realidades terrenas en el Espíritu de Cristo.
Los creyentes deben vivir el trabajo al estilo de Cristo, convirtiéndolo en ocasión para dar un testimonio cristiano « ante los de fuera » (1 Ts 4,12).
Javier Abanto, director de Radio Santa Rosa.
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Foto: internet
DOCUMENTOS DE DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
ENCÍCLICAS
1. De León XIII a Pío XII
Rerum Novarum(1891).
Quadragesimo Anno (1931).
2. Juan XXIII
Mater et Magistra (1961).
Pacem in Terris (1963).
3. Concilio Vaticano II
Gaudium et Spes (1965).
4. Pablo VI
Populorum Progressio (1967).
Octogésima Adveniens (1971).
5. Juan Pablo II:
Laborem Exercens(1981).
Sollicitudo Rei Socialis (1987).
Centessimus Annus (1991).
DOCUMENTOS DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL SOBRE PASTORAL OBRERA:
• Pastoral Obrera de Toda la Iglesia (1995).
• Por un trabajo al servicio de todo el hombre (2005).
Los documentos latinoamericanos como Medellín, Puebla, Santo Domingo y Aparecida hablan de la dignidad del trabajo.
Que el día del trabajo sea una oportunidad para reflexionar y agradecer a todos los que trabajan a favor de la humanidad. Feliz día del trabajo.
Fuente:
Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia
http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/justpeace/documents/rc_pc_justpeace_doc_20060526_compendio-dott-soc_sp.html