Hoy conmemoramos a las 16 mártires carmelitas asesinadas durante la Revolución Francesa
Creado el Lunes, 17 de Julio del 2023 12:32:28 pm
Un día después de la fiesta de la Virgen del Carmen, hoy 17 de julio, la Iglesia Católica recuerda a las 16 carmelitas mártires de Compiègne (Francia). Estas valerosas mujeres fueron asesinadas por odio a Cristo en tiempos de la Revolución Francesa (1789-1799).
A estas mártires se les llama también “teresianas”, en alusión a la Beata Teresa de San Agustín, priora del monasterio carmelita de Compiègne.
Las carmelitas se establecieron en Compiègne en 1641 y, fieles al espíritu de Santa Teresa de Jesús, con su ejemplo se ganaron la estima de los lugareños. Sin embargo, iniciada la Revolución, se desató un régimen persecutorio contra la Iglesia y sus representantes. El convento en el que vivían las religiosas fue cerrado y sus integrantes forzadas a vivir como seglares, de acuerdo a la ley revolucionaria de 1790.
El siguiente paso fue obligar a las religiosas a firmar el llamado “juramento revolucionario”, por el que se comprometían a defender los valores de la Revolución: libertad, igualdad y fraternidad. Sometiéndose a dicha ley evitaron ser deportadas, pero tuvieron que disgregarse. Fue así que las integrantes de la comunidad pasaron a residir en cuatro casas distintas, en la clandestinidad.
Cuando la situación parecía haberse calmado un poco, Teresa de San Agustín, antigua priora del convento, propuso a sus hermanas retomar la disciplina de la vida conventual, aunque estuviesen exclaustradas. De ese modo, pese a vivir separadas, las monjas retomaron la relación de obediencia con su superiora y comenzaron a comunicarse entre ellas a diario.
Los ideales revolucionarios, mientras tanto, quedaban expuestos como palabras que se lleva el viento. En nombre de estos, al amparo de la “Razón” y el deseo de justicia, muchas atrocidades fueron cometidas, como la que se narra a continuación.
En determinado momento, algunos partidarios de la Revolución en Compiègne se percataron de lo que las hermanas hacían y las denunciaron ante el “Comité de Salud Pública”. De inmediato, se ordenó registrar sus casas e incautar toda "prueba de vida conventual”. Se hallaron una estampa del Sagrado Corazón, algunas cartas y escritos.
Esto era más que suficiente para acusarlas de complotar secretamente en pos del “restablecimiento de la monarquía y la desaparición de la República”. Lo que les esperaba era, al menos, la cárcel.
Afortunadamente, algunas carmelitas lograron escapar, aunque la mayoría -unas dieciséis- fue apresada. Los revolucionarios, entonces, reunieron a las prisioneras en un solo recinto. Estando una frente a la otra, las mujeres se encomendaron a la Virgen del Carmen y acordaron retractarse del juramento revolucionario, y no aceptar más imposiciones que comprometieran su fe.
Cuando se solicitó que firmaran de nuevo el juramento, las carmelitas se negaron. Acto seguido, fueron acusadas de “conspiradoras contra la Revolución”. (R.M. – RSD Noticias).
Fuente: Aciprensa.