Sabías que?
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:05 pm
La respuesta de la vida consagrada está en la profesión de la pobreza evangélica, vivida de maneras diversas, y frecuentemente acompañada por un compromiso activo en la promoción de la solidaridad y de la caridad.¡Cuántos Institutos se dedican a la educación, a la instrucción y formación profesional, preparando a los jóvenes y a los no tan jóvenes para ser protagonistas de su futuro! ¡Cuántas personas consagradas se desgastan sin escatimar esfuerzos en favor de los últimos de la tierra! ¡Cuántas se afanan en formar a los futuros educadores y responsables de la vida social, de tal modo que éstos se comprometan en la supresión de las estructuras opresivas y a promover proyectos de solidaridad en favor de los pobres! Estas personas consagradas luchan para vencer el hambre y sus causas, animando las actividades del voluntariado y de las organizaciones humanitarias, y sensibilizando a los organismos públicos y privados para propiciar así una equitativa distribución de las ayudas internacionales. Mucho deben las naciones a estos agentes emprendedores de la caridad que, con su incansable generosidad, han dado y siguen dando una significativa aportación a la humanización del mundo.