La Palabra del día 30 de mayo del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:10 pm
¿era cosa de Dios o de los hombres? Contestadme.” Se pusieron a deliberar: “Si decimos que es de Dios”, dirá: “¿Y por qué no le habéis creído?” Pero como digamos que es de los hombre...” (Temían a la gente, porque todo el mundo estaba convencido de que Juan era un profeta.) Y respondieron a Jesús: “No sabemos.” Jesús les replicó: “Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.”Reflexión. Jesús expulsó a los vendedores del templo, porque la casa de oración la habían convertido en un mercado. Por esto, se le cuestiona su autoridad para actuar de tal modo.
1. Autoridad. Sumos sacerdotes, escribas y ancianos eran las autoridades religiosas más importantes del pueblo y del templo. ¿Quién les ha dado esa autoridad? Ciertamente Dios. Pero, daba la impresión de que a los sumos sacerdotes se la daba su influencia política y económica; a los escribas sólo sus estudios de la Escritura y a los ancianos sólo la tradición. Jesús en la estructura religiosa de su pueblo era un laico. Por ello, se le quita todo poder para actuar en el templo. Además, expulsando a los vendedores, afectaba a sus bolsillos, pues eran las autoridades las que lucraban con “ese negocio”.
2. Bautismo. Jesús les pregunta la procedencia del bautismo de Juan, ellos reconocen que de Dios, indirectamente. En aquel Bautismo, Jesús recibió la autoridad del Padre quien le dijo: Tú eres mi Hijo amado; en Ti me complazco. Con esa autoridad comienza su misión, su denuncia de la manipulación y del abuso que cometía la religión en nombre de Dios.
3. No sabemos. Las autoridades religiosas, se encuentran atrapadas, no saben que responder al Señor, quedaron en un callejón sin salida. En realidad lo que les importaba no era el Templo, sino el lucro económico y proteger su poder. Como sus intenciones no eran buenas, Jesús se niega a responder su pregunta que en sí es importante y decisiva.
- Cristo tiene toda la autoridad para anunciar la Buena Nueva, para intervenir en la vida de las personas, orientarlas por el camino del bien, etc. Pero él nunca hará violencia, deja en la total libertad a las personas. El Evangelio nos invita hoy a darle toda la autoridad sobre nuestras vidas, para que las transforme y renueve. Ten un feliz día.
Primera lectura: Eclesiástico 51,17-27. Doy gracias y alabo y bendigo el nombre del Señor. Siendo aún joven, antes de torcerme, deseé la sabiduría con toda el alma, la busqué desde mi juventud y hasta la muerte la perseguiré; crecía como racimo que madura, y mi corazón gozaba con ella, mis pasos caminaban fielmente siguiendo sus huellas desde joven, presté oído un poco para recibirla, y alcancé doctrina copiosa; su yugo me resultó glorioso, daré gracias al que me enseñó; decidí seguirla fielmente, cuando la alcance no me avergonzaré; mi alma se apegó a ella, y no apartaré de ella el rostro; mi alma saboreó sus frutos, y jamás me apartaré de ella; mi mano abrió sus puertas, la mimaré y la contemplaré; mi alma la siguió desde el principio y la poseyó con pureza.
Salmo 18. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón. La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante. R. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos. R. La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R. Más preciosos que el oro, más que el oro fino; más dulces que la miel de un panal que destila. R.