La Palabra del día 30 de junio del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:13 pm
Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma. Ellos se preguntaban admirados: "¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y el agua le obedecen!"Reflexión. Dios nunca “duerme”, somos nosotros los que dormimos en la incredulidad y la desconfianza.
1. Contexto. San Mateo escribió, en torno a los años 80 d. C., para cristianos convertidos del judaísmo. En este tiempo la Iglesia tenía muchas dificultades y persecuciones; la mayoría de Apóstoles ya habían muerto, ya comenzaban a aparecer grupos disidentes, etc. En este contexto parecía que Jesús dormía, o “no hacía nada para salvar a sus discípulos”.
2. Poca fe. Se suponía que los discípulos tenían la certeza de la presencia del Resucitado; eso predicaban. ¿Cómo entonces se desesperan? Pero, acuden al Señor para pedir su auxilio. El Espíritu Santo les ayuda a comprender que Jesús es Dios, que es la Palabra creadora que tiene poder sobre la naturaleza y que está resucitado en medio de ellos.
- Todos los discípulos a travesamos situaciones difíciles, donde nos da la impresión que Jesús “duerme”. No nos desanimemos, él está presente del mismo modo y con el mismo poder, como estuvo en los años 80, en que Mateo escribió su evangelio. Ten un feliz día.
Primera lectura: Génesis 19,15-29. En aquellos días, los ángeles urgieron a Lot: "Anda, toma a tu mujer y a esas dos hijas tuyas, para que no perezcan por culpa de Sodoma." Y, como no se decidía, los agarraron de la mano, a él, a su mujer y a las dos hijas, a quienes el Señor perdonaba; los sacaron y los guiaron fuera de la ciudad. Una vez fuera, le dijeron: "Ponte a salvo; no mires atrás. No te detengas en la vega; ponte a salvo en los montes, para no perecer." Lot les respondió: "No. Vuestro siervo goza de vuestro favor, pues me habéis salvado la vida, tratándome con gran misericordia; yo no puedo ponerme a salvo en los montes, el desastre me alcanzará y moriré. Mira, ahí cerca hay una ciudad pequeña donde puedo refugiarme y escapar del peligro. Como la ciudad es pequeña, salvaré allí la vida." Le contestó: "Accedo a lo que pides: no arrasaré esa ciudad que dices. Aprisa, ponte a salvo allí, pues no puedo hacer nada hasta que llegues." Por eso la ciudad se llama La Pequeña. Cuando Lot llegó a La Pequeña, salía el sol. El Señor, desde el cielo, hizo llover azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra. Arrasó aquellas ciudades y toda la vega con los habitantes de las ciudades y la hierba del campo. La mujer de Lot miró atrás y se convirtió en estatua de sal. Abrahán madrugó y se dirigió al sitio donde había estado con el Señor. Miró en dirección a Sodoma y Gomorra, toda la extensión de la vega, y vio humo que subía del suelo, como el humo de un horno. Así, cuando Dios destruyó las ciudades de la vega, arrasando las ciudades donde había vivido Lot, se acordó de Abrahán y libró a Lot de la catástrofe.
Salmo 25. Tengo ante los ojos, Señor, tu bondad. Escrútame, Señor, ponme a prueba, sondea mis entrañas y mi corazón, porque tengo ante los ojos tu bondad, y camino en tu verdad. R. No arrebates mi alma con los pecadores, ni mi vida con los sanguinarios, que en su izquierda llevan infamias, y su derecha está llena de sobornos. R. Yo, en cambio, camino en la integridad; sálvame, ten misericordia de mí. Mi pie se mantiene en el camino llano; en la asamblea bendeciré al Señor. R.
Fray Luis Galindo,O.P.