La Palabra del día 29 de setiembre del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:26 pm
¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores. Y añadió: Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.Reflexión. En la celebración de los santos Arcángeles, la Palabra nos hace reflexionar en la vocación del Apóstol Natanael o Bartolomé.
1. Vocación. En este texto encontramos el esquema bíblico de relato vocacional: un testigo, un testimonio y una respuesta de seguimiento. El apóstol Felipe da testimonio: “Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés”, “Ven y lo verás”. Como en otras llamadas, aparece la resistencia inicial: “¿De Nazaret puede salir algo bueno?”. Al final, el plan de Dios se cumple: Natanael acaba haciendo una confesión de fe en Jesús, el Maestro.
2. Confesión. Este relato de vocación es distinto del de los sinópticos. Entre llamada y respuesta se confiesa la fe, salen los títulos mesiánicos: “Jesús”, “Hijo de Dios”, “Rey de Israel”, “Hijo del hombre”. A la luz de la experiencia pascual y Pentecostés, los discípulos comprendían así a Jesús. Pero Juan no se preocupa de esas precisiones. También nosotros confesamos nuestra fe en Jesús, como nuestro Maestro, Redentor y Salvador.
3. Mediación. Felipe fue mediador entre Jesús y Natanael. Los arcángeles son mediadores entre cielo y tierra, entre Dios y los hombres.” Veréis a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del hombre”. La Biblia nos da tres nombres: Miguel “¿Quién como Dios?”, jefe de la milicia celestial; Gabriel, “Fuerza de Dios”, enviado a María con el mensaje “alégrate llena de gracia… concebirás…”; Y Rafael, “Medicina de Dios”, que cura los dolores, como a Tobías.
- Sólo Dios nos salva, pero se sirve de las manos, voz, corazón de muchos mediadores; entre ellos los ángeles. También nosotros hemos de ser como ángeles: mediadores, mensajeros y puentes para los demás. Feliz día.
Daniel 7,9-10.13-14. Durante la visión, vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó; su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas. Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros. Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.
Salmo 137. Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor. Te doy gracias, Señor, de todo corazón; delante de los ángeles tañeré para ti, me postraré hacia tu santuario. R. Daré gracias a tu nombre: por tu misericordia y tu lealtad, porque tu promesa supera a tu fama; cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma. R. Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra, al escuchar el oráculo de tu boca; canten los caminos del Señor, porque la gloria del Señor es grande. R.
Fray Luis Galindo,O.P.