La Palabra del día 28 de enero del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:27:52 pm
Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. Otro poco cayó entre zarzas; las zarzas crecieron, lo ahogaron, y no dio grano. El resto cayó en tierra buena: nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno.” Y añadió: “El que tenga oídos para oír, que oiga”. Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas. Él les dijo: “A vosotros se os ha comunicado los secretos del reino de Dios; en cambio, a los de fuera todo se les presenta en parábolas, para que “por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y los perdonen”. Y añadió: ¿No entendéis esta parábola?, ¿Pues, cómo vais a entender las demás? El sembrador siembra la palabra. Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero, en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. Hay otros que reciben la simiente como terreno pedregoso; al escucharla, la acogen con alegría, pero no tienen raíces, son inconstantes y, cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, en seguida sucumben. Hay otros que reciben la simiente entre zarzas; éstos son los que escuchan la palabra, pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. Los otros son los que reciben la simiente en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha del 30, o del 60 o del 100 por uno”.REFLEXIÓN.
Necesitamos evaluar siempre nuestra actitud ante la Palabra de Dios que recibimos diariamente.
1. Sembrador. La enseñanza en parábolas es un método especial de la pedagogía de Jesús, los oyentes fácilmente pueden entender su mensaje, grabarlas en la memoria y aplicarlas a su vida. La primera parábola es tomada de la agricultura, ese era el mundo de Jesús y de sus interlocutores, todos sabían cómo funciona la siembra.
2. Palabra. Jesús usa la parábola para que sus discípulos evalúen su actitud ante su Palabra. Muchas cosas ha enseñado ya, ahora quiere que reflexionen en cómo están acogiendo su mensaje y qué está produciendo en ellos. El terreno es el corazón que recibe la Palabra, sólo el corazón disponible es tierra buena que produce el ciento por uno.
- Por mucho tiempo venimos compartiendo la misma Palabra de Dios, evaluemos el tipo de tierra que es nuestro corazón. Ojalá sea el más fértil y esté produciendo ya abundante fruto de bien, de amor y de servicio. Ten un feliz día.
HEBREOS 10,11-18. Hermanos: Cualquier otro sacerdote ejerce su ministerio, diariamente, ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados. Pero Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados. Esto nos lo atestigua también el Espíritu Santo. En efecto, después de decir: "Así será la alianza que haré con ellos después de aquellos días -dice el Señor-: Pondré mis leyes en sus corazones y las escribiré en su mente"; añade: "Y no me acordaré ya de sus pecados ni de sus crímenes." Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados.
SALMO: 109. Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec. Oráculo del Señor a mi Señor: "Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies." R. Desde Sión extenderá el Señor el poder de tu cetro: somete en la batalla a tus enemigos. R. "Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, entre esplendores sagrados; yo mismo te engendré, como rocío, antes de la aurora." R. El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: "Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec." R.
SANTO TOMÁS DE AQUINO, DOCTOR DE LA IGLESIA. Nació en una aristocrática familia, alrededor de 1225. Pese a la fuerte oposición de los suyos, ingresó a la Orden de Predicadores a los 19 años. En 1245, sus superiores lo enviaron a estudiar a París, donde sus dotes de humildad hicieron que al principio su impresionante inteligencia y saber pasasen desapercibidos. Sus compañeros le llamaban, por su silenciosa y meditativa timidez, y su físico corpulento, “el buey mudo”.
Al recibirse de bachiller, siguiendo el orden académico de la época, comenzó a enseñar en la Universidad de París, y compuso obras como sus comentarios sobre el Libro de las Sentencias de Pedro Lombardo, sobre el libro de Isaías y sobre el Evangelio de San Mateo. Cuatro años más tarde, se le confió la cátedra de doctor, encargado de enseñar, discutir y predicar y algún tiempo después, empezó a escribir la Suma contra los Gentiles.
De 1259 a 1268, el santo era muy popular en toda Italia, país en el que enseñó y donde también predicó en muchas ciudades. Hacia 1266, comenzó a escribir la más famosa de sus obras: la Suma Teológica. De vuelta a París, continuó, en medio sus clases, predicaciones y discusiones públicas, la redacción de la Suma, incluido el tratado de la Eucaristía. Dice una tradición que el Crucifijo le habló y le dijo: “Has escrito bien de mí, Tomás”, confirmando su teología eucarística. Posteriormente, Tomás fue llamado a Italia y ocupó el cargo de rector en la Universidad de Nápoles.
Al año siguiente, por causa de una poderosa visión cesó de escribir y enseñar, sin terminar la Suma Teológica. Se hallaba enfermo cuando el Papa Gregorio X lo invitó al Concilio de Lyon, pero en el viaje su enfermedad se agravó más, siendo trasladado a la abadía cistercience de Fossa Nuova falleció en la madrugada del 7 de marzo de 1274.
Fray Luis Galindo,O.P.