La Palabra del día 27 de noviembre del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:36 pm
os dais cuenta de que ya está cerca el verano. Igualmente vosotros también, cuando veáis que suceden estas cosas, daos cuenta de que el reino de Dios está cerca. Os aseguro que no pasará esta generación sin que todo suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán.Reflexión. La Palabra de Dios es verdadera y siempre nueva, porque es eterna.
1. El Reino está cerca. Después de anunciar Jesús las ocho señales, en el evangelio de Lucas, cuenta la parábola del retoño de los árboles como señal de una nueva estación. Las catástrofes anunciadas, tenían el fin de enseñar que el mundo viejo estaba acabando y un nuevo estaba naciendo. En efecto, la llegada de Jesús, su encarnación, su Resurrección, la difusión de su mensaje, suponen la llegada del mundo nuevo del Reino de Dios.
2. Palabras que no pasan. La Palabra de Dios, contenida en la Escritura, es perennemente vigente. Tantos cambios, tantos acontecimientos han pasado en los dos mil años de la historia de la Iglesia, sin embargo, la Palabra de Dios sigue siendo actual, sigue hablando con frescura y sigue siendo Buena Nueva para la generación actual. Nuestro reto es tener la capacidad de acogerla, de comprenderla y hacerla realidad en nuestras vidas.
- Que la Palabra de Dios nos ayude a terminar con el reino del mal en nuestras vidas, para inicie el Señor a reinar en ellas. Ten un feliz día.
Daniel 7,2-14. Yo, Daniel, tuve una visión nocturna: los cuatro vientos del cielo agitaban el océano. Cuatro fieras gigantescas salieron del mar, las cuatro distintas. La primera era como un león con alas de águila; mientras yo miraba, le arrancaron las alas, la alzaron del suelo, la pusieron de pie como un hombre y le dieron mente humana. La segunda era como un oso medio erguido, con tres costillas en la boca, entre los dientes. Le dijeron: "¡Arriba! Come carne en abundancia." Después vi otra fiera como un leopardo, con cuatro alas de ave en el lomo y cuatro cabezas. Y le dieron el poder. Después tuve otra visión nocturna: una cuarta fiera, terrible, espantosa, fortísima; tenía grandes dientes de hierro, con los que comía y descuartizaba, y las sobras las pateaba con las pezuñas. Era diversa de las fieras anteriores, porque tenía diez cuernos. Miré atentamente los cuernos y vi que entre ellos salía otro cuerno pequeño; para hacerle sitio, arrancaron tres de los cuernos precedentes. Aquel cuerno tenía ojos humanos y una boca que profería insolencias. Durante la visión, vi que colocaban unos tronos, y un anciano de sentó; su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas. Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros. Yo seguí mirando, atraído por las insolencias que profería aquel cuerno; hasta que mataron a la fiera, la descuartizaron y la echaron al fuego. A las otras fieras les quitaron el poder, dejándolas vivas una temporada. Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.
Interleccional: Ensalzadlo con himnos por los siglos. (Daniel 3,75-81). Montes y cumbres, bendecid al Señor. R. Cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor. R. Manantiales, bendecid al Señor. R. Mares y ríos, bendecid al Señor. R. Cetáceos y peces, bendecid al Señor. R. Aves del cielo, bendecid al Señor. R. Fieras y ganados, bendecid al Señor. R.
Fray Luis Galindo,O.P.